Piratas del Caribe I

LLEGADA AL BARCO Y VISITA A LA HABANA VIEJA

    Nuestro avión de Iberia salió de Madrid el día 1 de enero con puntualidad, increíble, viva el estado de alarma !! incluso llegamos a La Habana con 30 minutos de antelación. El personal de Iberia en su línea, poco amable y con muchas horas de vuelo. Lo primero, al llegar es retrasar seis horas el reloj. La terminal del aeropuerto muy pequeñita , con llamativas banderas de diferentes países, eso sí , presidida por la bandera de Cuba, curiosamente, muy cerquita de ella se encuentra la Bandera de los Estados Unidos de América...Nada más salir del aeropuerto se nota la diferencia de clima, hace calorcito !! Ritmo caribeño para que salga el autobús rumbo al barco, por el camino intentamos atisbar  por la ventanilla del bus algo de la ciudad, pero La Habana está prácticamente a oscuras...por cierto las maletas te las llevan directamente de facturación en Madrid al camarote, así da gusto viajar sin ir cargando con las maletas.Recibimiento abrumador en la entrada del barco al son cubano, con foto incluída, se nota el cansancio...

Llegamos justo al cierre de la cena a las 22:30, a la carta, buena y bien servida. El camarote era pequeño, pero práctico y acogedor. Pasada la media noche llegaron las maletas a la habitación, podemos dormir tranquilos, a pesar de los ronquidos del camarote vecino...

     A la mañana siguiente, como íbamos a estar un día en La Habana y otros dos días más al final , habiamos planeado visitar el primer día La Habana Vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1982 y que posee el conjunto  histórico colonial más grande de Hispanoamérica, con un casco antiguo dispuesto alrededor de plazas empedradas y con casas coloniales con patio central de estilo andaluz, dejando los otros dos días para el Centro y el Vedado.

Después de desayunar en cubierta, con vistas a la fortaleza del Morro, salimos a las 10 del barco, lo primero cambiamos en las cadecas que se encuentran en la misma terminal del puerto y que abren hasta las 22 horas y que están ubicadas  una vez pasados los controles, uno primero de pasaportes y uno segundo de lo que llevas en la mochila . Por 1 euro te daban 1,16 CUC, ésta es la moneda que deben utilizar los turistas, los cubanos usan los pesos



Desayuno con vistas a la fortaleza del Morro





El Castillo del Morro



   Justo enfrente de la terminal del puerto está la Plaza del San Francisco, con coloridas y restauradas casas coloniales,destacan la Aduana General de la República y la Lonja de Comercio, en medio de la plaza está la fuente de los leones, obra de Giussepe Gagginiy y el edificio más importante es el convento de San Francisco del siglo XVI.



La Plaza de San Francisco




El convento de San Francisco y las coloridas casas coloniales




   A continuación de la Plaza de San Francisco, se encuentra la calle de los Oficios, con bonitas casas coloniales restauradas, con alegres patios y que siempre están abiertas, tiendas y en el que destacan la casa de los Árabes y el museo del Auto Antiguo, donde se puede contemplar auténticas joyas automovilísticas. Llegamos a la Plaza de Armas, con exuberante vegetación colonial y en el que se ubica un mercado de libros de segunda mano, te puedes encontrar con libros del Che Guevara y de Fidel Castro entre otros. En la plaza destacan el Palacio de los Capitanes Generales, de estilo barroco cubano, siglo XVIII y obra del arquitecto Antonio Fernández de Trebejos y Zaldivar. El Castillo de la Real Fuerza, del siglo XVI, construído para proteger a la ciudad de los ataques piratas, en la atalaya está situada una veleta conocida como la Giraldilla. El Templete, de estilo neoclásico y donde según la leyenda se fundó la ciudad en el año 1599. Y el restaurado hotel Santa Isabel, que fue en su día la casa del Conde de Santovenia.



Plaza de la Armas, con el castillo, el Templete y el hotel Santa Isabel



   Posteriormente caminamos hasta la Plaza de la Catedral, preciosa !! presidida por la Catedral de San Cristobal, del siglo XVIII, con fachada de estilo barroco cubano, de líneas onduladas y superficies convexas con un rosetón de vivos colores enmarcado por columnas y  con dos torres asimétricas, que contrasta con el interior mucho más austero.

En la calle de los Mercaderes, camino de la Catedral

Catedral de San Cristobal

   En la Plaza de la Catedral, destacan también el Museo de Arte Colonial, del siglo XVIII, ejemplo de arquitectura civil colonial y en cuya fachada cuelga una gran bandera cubana.



En la Plaza de la Catedral con el Museo de Arte Colonial al fondo

   Otros dos edificios importantes en la plaza de la Catedral, el Palacio de los Marqueses de Arcos, siglo XVIII, curiosamente en su pórtico hay una escultura del bailaor español Antonio Gades. Y el Palacio de los Marqueses de Aguas Claras, también del siglo XVIII, en su interior nos llama la atención el patio central de estilo andaluz, ventanales con vidrieras de arco de medio punto y fuente en el centro con tortugario, hoy en día es un restaurante. De una de sus columnas cuelga una jaula con una cacatua.

Ali con su nuevo amigo en el el Palacio de los Marqueses de Aguas Claras

Patio en el Palacio de los Marqueses de Aguas Claras

Palacio de los Marqueses de Aguas Claras

   En una de las salidas de la Plaza de la Catedral está la famosa Bodeguita del Medio, siempre con música en directo y en el que era asiduo el Premio Nobel de literatura Ernest Hemingway.

Nos acercamos hasta la animosa calle del Obispo, muy cuidada y restaurada, en su comienzo está la Casa del Agua "La Tinaja", donde conocimos a "un gallego" que nos invitó a un vaso de agua destilada y que nos despidió con un abrazo emocionado. En la misma calle, nos encontramos con hoteles, como el hotel Ambos Mundos, restaurantes, tales como la Mina, tiendas con nombres de tiempos pasados como la Muñequita Azul y alguna de artesanía y souvenirs, curiosamente, están ubicadas a la entrada de sus propias casas,  puestos de comida y bebida para locales o cafés como el "San José", siempre con sus interminables colas. Al final de la calle está el Floridita, origen del daiquiri y también muy frecuentada por el literato americano Hemingway.

En el inicio de la calle Obispo



Con la tienda de la Muñequita Azul y el Hotel Ambos Mundos



En la calle del Obispo con cartel de los Castro al fondo



Al final de la calle Obispo con coche de la década de los 50



   Contrasta la calle del Obispo, con las calles paralelas, destartaladas y donde nos encontramos con la otra realidad del día a día del habanero.

Al final de la calle del Obispo, nos adentramos en lo que se llama el Centro de la Habana y , entre otros, vimos el edificio Bacardí, de 1930 y estilo  "art decó".

Edificio Bacardí

   A las 14 horas tuvimos que volver al barco, ya que teníamos de hora límite las 14:30 y además había que pasar el control de aduana. Comida en el bufe libre, floja y mientras, pudimos disfrutar de la salida del barco  a las 15 horas  zarpando con destino a Cozumel. La salida del barco es espectacular !! con  La Habana Vieja en primer plano, las cúpulas del Capitolio y del Museo de la Revolución, los castillos del Morro y de la Real Fuerza y la gente despidiéndonos efusivamente desde el malecón. Nos despedimos de la Habana y de sus alegres gentes, de la música que se escucha por todos los rincones, de sus interminables colas en cualquier establecimiento, del bullicio de las calles, de su restaurada arquitectura colonial que contrasta con otras casas abandonadas a su suerte y de sus coches de época, hasta el viernes próximo.



Con el Castillo de la Real Fuerza al fondo





Con las cúpulas del Museo de la Revolución y el Capitolio





El Malecón





El Malecón y el Capitolio al fondo

   
    De noche, nos entretuvimos viendo  la actuación del ballet internacional  del barco que ofrecieron el espectáculo  " Arabia". Como  habíamos pedido el 2º turno de cena, a las 22:15  nos acompaña un camarero hasta nuestra mesa, y la compartimos con una pareja con la que hicimos buenas migas, Gabriela y Miguel Ángel.