
Bridgetown, la multicolor capital de Barbados, Patrimonio de la Humanidad desde 2011, ha sabido conservar el legado de su pasado colonial británico, cuyo máximo exponente es el edificio neogótico del Parlamento. Bridgetown acoge, a pocos metros de su pequeño centro histórico, una de las playas más bellas del Caribe, Carlisle Bay, de fina arena blanca y aguas azul turquesa, en sus cálidas aguas guarda un rico fondo marino, ideal para la práctica del submarinismo y del snorquel.