Río de Janeiro, la Ciudade Maravilhosa, es algo más que el Pan de Azúcar o el Cristo de Corcovado, también alberga un centro histórico digno de ser visitado, salpicado de construcciones coloniales y estrechas calles, bellas iglesias barrocas como la Iglesia del Monasterio de Säo Bento o la de la Hermandad de la Santa Cruz de los Militares e impresionantes edificios civiles como el Real Gabinete Portugués de Lectura, el Palacio Tiradentes o el Teatro Municipal, todos ellos en muchas ocasiones pasan desapercibidos a los ojos de los visitantes, en contraste con los edificios de oficinas y las grandes avenidas. Una combinación de arquitectura antigua y nueva. Nos dispusimos a visitar el casco antiguo de Río en un día laborable en el que la actividad en el centro de Río es desbordante.
EN BUSCA DEL PASADO COLONIAL DE RÍO
Iniciamos la visita al centro de Río buscando los vestigios de su pasado colonial, por desgracia, son muy pocos los edificios de la época colonial que se conservan. Durante la oscura etapa de la dictadura militar de Vargas se construyeron grandes avenidas intentando dejar su impronta y acabando así de un plumazo con casi la totalidad de las construcciones coloniales. Aún así, si paseas por la calle Ouvador vas a encontrar los sobrados del siglo XIX, casas y palacios de una planta, en las que la planta baja se destina a tienda o bar, con sus características fachadas en vivos colores y balconada que nos muestran cómo era la ciudad de Río en la época colonial.
A pocos metros de la calle Ouvador se encuentra la bella Iglesia de la Hermandad de la Santa Cruz de los Militares. La Hermandad fue fundada en 1623, en el viejo Fuerte de Santa Cruz poseía una de las iglesias más bellas de la ciudad. En 1811 se inauguró la nueva Iglesia de la Hermandad con una misa solemne y la presencia del príncipe regente don Joäo. Su interior es muy bello y alegre, pintado en color blanco, que evoca su pasado colonial, está considerado uno de los mejores ejemplos del barroco. Destacan también las esculturas de las paredes laterales del altar mayor obra del maestro Valentim, el escultor más conocido de la época colonial en Río.
Continuamos la ruta hasta la Plaza de la Candelaria, en medio, rodeada del tráfico como si de un náufrago se tratase, se halla la Iglesia de la Candelaria, el origen de la Iglesia esconde una curiosa historia detrás, en 1609 un capitán de navío prometió erigir un templo en honor de Nuestra Señora de la Candelaria si su barco que se llamaba Candelaria sobrevivía a una fuerte tormenta y así fue como se levantó la Iglesia. En su exterior destacan las cúpulas de las torres recubiertas con azulejos, una característica que vimos en más iglesias de Río. Su interior combina los estilos barrocos y renacentistas.
EL MONASTERIO DE SÄO BENTO, UNA JOYA DEL BARROCO COLONIAL
Próxima a la plaza se encuentra una de las joyas de Río, el Monasterio de Säo Bento, su acceso no deja de ser curioso, se realiza a través del portal de la rua dom Pedro número 40, para luego coger el ascensor hasta la quinta planta por la que se accede directamente a los jardines del Monasterio. Situada en el morro de Sao Bento, el monasterio fue fundado en 1590. La visita está restringida a la Iglesia, la fachada es de líneas sencillas, pintada en blanco y rodeada de un entorno de vegetación tropical. Su interior contrasta porque es espectacular,con un ornamentación recargada la visita merece mucho la pena, es uno de los máximos exponentes del barroco colonial brasileño, en el que se utiliza el oro como elemento decorativo. Nuestra visita coincidió además con la misa de los monjes de la orden de Säo Bento.
Después de la grata visita al Convento, caminamos por las calles del centro, paseamos por las ruas Alfândega y Sete de Setembro que aún conservan algún edificio colonial del siglo XIX, pero lo que más nos llamó la atención fue la multitud de personas que caminaban por la calles, en su mayoría procedían de los edificios de oficinas, en busca de un lugar donde descansar y comer tras la pausa en el trabajo, a duras penas se podía caminar entre la multitud. Paradójicamente durante el fin de semana el centro queda sin vida, por lo que es poco aconsejable la visita.
La siguiente parada fue la Plaza de Tiradentes, su curioso nombre se debe a un dentista brasileño que encabezó la revuelta contra los portugueses. En la plaza nos encontramos con los Teatros Joao Caetano y Carlos Gomez y próxima a la plaza visitamos uno de los edificios más hermosos del centro de Río, el Real Gabinete Portugués de Lectura, construído por emigrantes portugueses, su fachada es de estilo neomanuelino. Su interior conserva una impresionante biblioteca de dos pisos con una magnífica colección de libros, digna de ser visitada.
Continuamos el paseo por el centro histórico, mientras éramos testigos de imágenes cotidianas de la vida de la ciudad, pero que a nosotros no dejaban de sorprendernos, como el oficio de limpiabotas, pudimos ver un puesto en medio de una céntrica calle con un curioso letrero en que se exponía su horario de trabajo. Así llegamos a nuestra siguiente parada en el número 32 de la rua Gonçalves Dias, sede de la Confitería Colombo. Fundada en 1894 con su bello y lujoso interior de estilo art decó y donde se puede hacer un alto en el camino para degustar su deliciosa repostería. Es llamativo el contraste de su interior, el de una confitería que podíamos encontrar en cualquier ciudad de Europa, con el resto de negocios colindantes más sencillos y austeros.
EL PALACIO DE TIRADENTES, UN PEDAZO DE LA HISTORIA DE RÍO
La Plaza XV Novembro es uno de los lugares más importantes en la historia de Brasil, sus primeros moradores fueron los padres carmelitas que construyeron un convento en 1590, posteriormente pasó a ser propiedad de la corona portuguesa. En esta histórica plaza tuvo lugar la coronación de los emperadores dom Pedro I y dom Pedro II, la abolición de la esclavitud y la proclamación de la República en Brasil el 15 de noviembre de 1889 hasta esa fecha la plaza se conocía como Largo do Paço.
Dos son los edificios históricos vestigios del pasado de Río, que alberga la Plaza, el Paço Imperial y el Palacio Tiradentes.
El Paço Imperial o lo que es lo mismo el antiguo palacio imperial, fue construído en 1743 como residencia del gobernador. En 1888 la princesa Isabel proclamó la abolición de la esclavitud. Abandonado durante muchos años, hoy en día alberga exposiciones y conciertos. Pudimos acceder al patio del edificio, que resultó ser de lineas sencillas al igual que su fachada.
Una de las gratas sorpresas al centro de Río fue la visita guiada y además gratuíta al Palacio Tiradentes. Construído en 1926 como Cámara de los Diputados, además de su belleza arquitectónica alberga gran parte de la historia moderna de la ciudad de Río, con luces y sombras como la dictadura de Vargas. Acompañados de un joven guía, recorrimos sus históricas dependencias, así visitamos la biblioteca con sabor antaño y con una extensa colección de libros especializadas en temas jurídicos, el salón noble de estilo Francisco I con su magnífico techo obra de Joäo Timóteo da Costa y la cámara de la Asamblea Legislativa del Estado de Río, que es la actual función del Palacio y donde destaca su imponente cúpula.
Caminamos en medio del gentío hacia la Praça Floriano conocida como Cinelandia que alberga el edificio más bello de Río, el Teatro Municipal, de estilo neoclásico, fue inaugurado el 14 de julio de 1909. Hoy en día tiene una capacidad de 2.400 personas y en el mismo se representan espectáculos de ópera, ballet y orquestas sinfónicas. Nos tuvimos que conformar con admirar el teatro desde su exterior, ya que los lunes permanece cerrado al público.
Como contraposición a la líneas neoclásicas del hermoso Teatro Municipal, se halla el vanguardista diseño de la Catedral Metropolitana, con su forma de cono, que deja mucho que desear y que estéticamente no nos gustó mucho. Su interior es enorme, con capacidad para veinte mil personas, en contraste con su peculiar forma exterior, destacan sus vidrieras de enormes dimensiones que le dan un toque de color a este edificio tan gris. El templo fue inaugurado en 1976.
Cerca del templo se encuentra una de las zonas de Río donde hay que andarse con un poco de cuidado, el barrio de Lapa con su icono los Arcos de Lapa, un acueducto construído a mediados del siglo XVIII, para llevar agua al centro de la ciudad. Hasta hace poco tiempo sobre sus arcos transitaba el mítico bonde de color amarillo camino del bohemio barrio de Santa Teresa, pero un fatal accidente acabó con el tranvía.
Con la colorida visita a la Escalera de Selarón, 215 escalones recubiertos en su parte frontal por azulejos procedentes de todas las partes del mundo y que por su belleza merecen un capítulo especial, dimos por finalizada la visita al centro histórico de Río.
Cada vez que leo un post vuestro sobre Río, me gusta más esta ciudad y tengo más ganas de conocerla. Curioso el acceso al monastario de San Bento!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Carmen.
EliminarEl acceso al Monasterio de Sao Bento es muy curioso, llegas al portal del edificio y tienes que coger el ascensor para acceder a los jardines donde se encuentra el Monasterio.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo con M.C.,
ResponderEliminarTodo lo que has publicado de Brasil me ha encantado y te puedo decir que gracias a estos post la tenemos muy presente.
Bueno Deborah ya tiene apuntada la Confitería, sabes como es ella pa´la cocina.
un abrazo desde Las Palmas.
http://siemprejuntosporelmundo.blogspot.com.es
Gracias, chicos !!
EliminarLa confitería Colombo nos llamó gratamente la atención, su lujoso interior y su excelente repostería.
Un abrazo.
La ciudad no es muy conocida por el casco histórico sino más bien por sus playas y parques naturales y veo que tiene mucho encanto dado su pasado colonial. Me ha gustado mucho la entrada y la ciudad, y también el post sobre la colorida Escalera de Selarón y la historia que tiene detrás.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Gracias, Carfot.
EliminarEl casco histórico de Río suele pasar desapercibido a los visitantes, pero merece la pena buscar los vestigios de su pasado colonial. Es una pena que durante la dictadura militar se llevaron por delante la gran mayoría de sus edificios coloniales.
Un abrazo.
Una visión diferente a lo que estamos acostumbrados a ver de Rio habitualmente. Muy interesante.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias, Mónica.
EliminarRío es la imagen de sus playas, el Corcovado, su famoso carnaval,... pero también tiene un centro histórico que merece ser visitado.
Saludos.
A mi también me pasa lo mismo, Brasil no deja de sorprenderme por todo lo que contáis y va ganando puntos para el futuro.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias, Iciar.
EliminarDe Brasil sólo conozco Río y Salvador de Bahía y de ambas ciudades guardo un grato recuerdo.
Saludos.
Buf! El gabinete de lectura me ha encantado... aunque suene idiota, me recuerda a la biblioteca de la bella y la bestia. Es impresionante.
ResponderEliminarCurioso que no sea aconsejable visitar el centro en fin de semana.
Un saludo
Gracias, Helena.
EliminarEl Real Gabinete Portugués de Lectura es una pequeña joya, que merece ser visitada.
En el centro de Río, al ser la mayoría de edificios oficinas, suele quedar vacío el fin de semana, por lo que no recomiendan su visita.
Saludos.
Con esta entrada nos has enseñado una parte de Río bastante desconocida, al menos para mí. Preciosa la biblioteca, me ha encantado y esas calles con sabor colonial me parecen realmente bonitas. Río no entra por ahora en mis planes viajeros, pero de verdad que leyendo tus entradas cada vez me dan más ganas de ir. Un saludo :)
ResponderEliminarGracias, Caliope !!
EliminarEs una pena que Río conserve tan pocos edificios de su pasado colonial, aún así merece la pena su visita.
Un saludo.
Me ha venido muy bien esta entrada para recordar esa zona de Río. Cuando estuvimos no existían las cámaras digitales y sólo tenemos 2 fotos contadas del casco antiguo. Encima estrenábamos la cámara de vídeo y de aquel viaje tenemos muy pocas fotos... ¡gran error! porqué el video no lo he vuelto a mirar nunca más, además está en VHS y se estropeó el reproductor. Conclusión: con el tiempo las imágenes se van diluyendo por lo que los centenares de fotos que nos traemos de cada viaje son el mayor tesoro. Al menos para mí.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Teresa
EliminarMe alegra que el post te traiga buenos recuerdos.
Es muy bonito, de vez en cuando, mirar las fotos de viajes pasados y como bien dices el mayor tesoro de los viajes son las fotos que nos traemos.
Un abrazo.
Qué buena pinta tiene Brasil! Me ha encantado el centro histórico de Río, pero sobre todo el Real Gabinete Portugués de Lectura, me gustaría perderme entre tanto libro.
ResponderEliminarGracias, Verónica.
EliminarEl Real Gabinete Portugués de Lectura es impresionante, tanto su fachada neomanuelina como la fascinante biblioteca de dos pisos de su interior.
Saludos.
Que lindo Brasil y que interesante!
ResponderEliminarGracias Victor.
Un besin
Muchas gracias, Ana.
EliminarBrasil es un país que tiene muchos alicientes para los viajeros.
Un besín
Hola Víctor!
ResponderEliminarAhora ya sí que dan ganas de ir a conocer la Ciudade Maravilhosa. Me ha encantado ese pasado colonial que nos has mostrado.
Un abrazo enorme.
Gracias, Antonio.
EliminarRío tiene un interesante pasado colonial, pero por desgracia durante la dictadura de Vargas se dedicaron a hacer grandes avenidas y se llevaron por delante casi todos los vestigios coloniales.
Un abrazo.
Me ha sorprendido esta parte de la ciudad pues parece que todo van a ser playas, etc. Muy interesante todo, bonitas fotografías.
ResponderEliminarUn saludo (y cuando puedas pásate por mi blog que hay algo para ti)
Gracias, Gloria.
EliminarRío es más que sus famosas playas, el Corcovado, el Pan de Azúcar...tiene un centro histórico que creo merece ser visitado.
Saludos.
El gabinete de lectura es espectacular, me encantan este tipo de sitios con libros, suelen ser impresionantes!!! La verdad es que desconocía que Río guardaba tantas joyas. Un abrazo!!! ;-)
ResponderEliminarAdela, el Real Gabinete Portugués de Lectura es impresionante y digno de ser visitado. Dos pisos que albergan una magnífica colección de libros.
EliminarUn abrazo
Fantásticos todos los relatos de Brasil. En una semana partimos y nos han servido de mucho, sobretodo este interesante recorrido por el centro de Rio que suele pasar desapercibido.
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias por vuestras palabras y bienvenidos a El mundo a tus pies !!!
EliminarEl centro histórico de Río merece la pena ser visitado, eso sí, conviene ir durante la semana, cuando hay mayor actividad.
Un saludo y disfrutad del viaje !!!