El Cristo del Corcovado, un balcón sobre Río

11 junio 2013


   
   El Cristo del Corcovado o Cristo Redentor es uno de los símbolos más importantes no sólo de Río de Janeiro, sino de todo Brasil.. Está representado por una enorme imagen de Cristo de 38 metros de altura situada en lo más alto del Morro de Corcovado, a 710 metros de altura en el área perteneciente al Parque Nacional de Tijuca, visible desde cualquier punto de la ciudad.  Fue una iniciativa de la Iglesia católica para conmemorar el centenario de la independencia de Brasil  Desde el año 2007 es una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo y donde los visitantes tienen la ciudad de Río literalmente a sus pies.





INFORMACIÓN PRÁCTICA, CÓMO LLEGAR

   
El Cristo al fondo entre la naturaleza
    Al tratarse de una visita exterior hay que intentar ir al Cristo Redentor en un día en el que el cielo esté despejado. Para llegar al barrio de Cosme Velho, que es donde se encuentra la estación de tren que asciende al Corcovado, la opción más habitual y económica es el omnibus. Una vez en la parada del bus sólo hay que cruzar la calle para encontrarse con la estación de bonde. Junto con el Pan de Azúcar es uno de los lugares más visitados de Río, por lo que es preferible visitarlo en un día de semana en la que la afluencia de visitantes baja y por tanto las colas en la taquilla. El precio de la entrada es de 46 reales, que incluye el trayecto en tren ida y vuelta y el acceso al Cristo. Se puede pagar en metálico,  tarjetas de crédito o de débito, pero cuando lo visitamos no funcionaba la línea del pago con tarjeta, por lo que decidimos bajar hasta el centro de Cosme Velho en busca de un cajero, aunque cuando regresamos a taquilla el problema ya estaba arreglado...así que si os pasa esta situación y no lleváis dinero en metálico mejor esperar a que se solucionen los problemas técnicos a tener que caminar hasta el pueblo. En todo Brasil hay una taquilla especial para los adultos que viajan con niños, evitando la cola general, en este caso los menores de 6 años no pagan y de 6 a 12 años, abonan la mitad de la entrada, 23 reales. El horario del tren es de 8 de la mañana a 7 de la tarde, en teoría con salidas cada media hora, pero cuando lo visitamos nosotros las salidas y regresos desde el Corcovado eran cada hora.
En temporada alta y ante la dificultad de conseguir plazas para el tren existe la opción de las furgonetas, que te acercan a lo más alto del Corcovado, a pocos metros del Cristo Redentor.
La visita al Cristo Redentor se puede completar con un paseo hasta la cercana Plaza Largo de Boticario, con sus casas coloniales de alegres colores, aunque se encuentran en un deficiente estado de conservación.

El tren de Corcovado y el Cristo dos iconos de Río y de todo Brasil






EL TREN DEL CORCOVADO

 
El tren de Corcovado que conduce al Cristo
    El legendario tren considerado el primer ferrocarril eléctrico de Brasil,  fue inaugurado en 1884 por Pedro II, Emperador de Brasil. Curiosamente, es más antiguo que el propio Cristo Redentor, de hecho durante un periodo de 4 años las piezas para construir el Cristo fueron transportadas en el tren hasta el Morro de Corcovado.
El trayecto en el bonde vermelho dura aproximadamente unos veinticinco minutos, con cortas paradas en las estaciones del recorrido y las mejores vistas se tienen sentándose en el lado derecho del tren durante  la ascensión al Cristo. El recorrido se hace muy ameno, en el inicio del trayecto las primeras vistas son  sobre la favela que cuelga del morro, para  ir poco a poco ascendiendo por una pendiente de gran inclinación dentro del Parque Nacional de Tijuca, la selva urbana más grande del mundo, que fue reforestada por los cariocas en el siglo XIX, desde las ventanillas del tren pudimos contemplar el enorme y tupido bosque tropical. Ya en los últimos tramos y en lo más alto del Corcovado, comenzamos a admirar las impresionantes vistas de la ciudad de Río de Janeiro.

El Parque Nacional de Tijuca







EL CRISTO REDENTOR


El Cristo preside el Morro de Corcovado
   Considerada la mayor escultura art decó del mundo, fue inaugurada el 12 de octubre de 1931, después de  cinco años de arduos trabajos y numerosos inconvenientes, con una base casi sin espacio para el andamio, los fuertes vientos que arreciaban en lo más alto y las grandes dificultades para transportar el material, con un peso de mil toneladas. Participaron en el proyecto el diseñador Carlos Oswald, el escultor Paul Landowski. y el ingeniero Heitor da Silva Costa. Cuando llegamos a los pies de la escultura, nos abrimos paso entre la gente agolpada en un espacio reducido, para tener la mejor perspectiva, la imagen del Cristo con los brazos abiertos es impresionante sus 38 metros de altura, son imagen viva de la fe y de la simpatía del pueblo carioca. Brasil es uno de los principales países donde la fé católica ha calado hondamente en el corazón de su pueblo.


 
El Cristo con los brazos abiertos

Así de contento estaba, a pesar del gentío





    Pero, además de la imponente escultura, lo realmente maravilloso del lugar son las espléndidas vistas que se tienen desde el mirador situado a los pies del Cristo, de toda la ciudad de Río y de su bahía. Desde la terraza situada enfrente del Cristo se puede admirar una de las imágenes más soñadas y fotografiadas de Río, delante de nuestros ojos emergieron el emblemático Pan de Azúcar, el barrio de Botafogo, con su ensenada y sobre uno de sus morros las casas de la fabela como si trepasen por la ladera de la montaña y  la bahía de Guanabara con sus características formaciones rocosas.

Vistas desde el mirador situado a los pies del Cristo

El Pan de Azúcar, la ensenada de Botafogo y la costa de Guanabara


 

   Nos fuimos asomando a las diferentes terrazas que rodean a la escultura del Cristo, buscando con la mirada los lugares más carismáticos de la Ciudade Maravilhosa, como el inmenso Lago Rodrigo de Freitas, sin duda una de las zonas más bonitas de la ciudad. El centro histórico de Río donde se podía apreciar la Catedral Metropolitana con su forma peculiar de cono. La famosa y concurrida playa de Copacabana, con sus 4 km de longitud. Y el emblemático estadio de Maracaná recién remodelado, es otro de los lugares que se pueden  admirar desde lo más alto del Corcovado.

El centro con la Catedral Metropolitana

El Lago Rodrigo de Freitas, con Ipanema y Leblon al fondo.




    Recorrimos los diferentes niveles del Concorvado, los cuales están comunicados por escaleras mecánicas y ascensores. Desde las plantas inferiores pudimos observar otra perspectiva del Cristo, de espaldas y rodeado de vegetación tropical. Aunque el Corcovado no dispone de la magnífica infraestructura que habíamos visto en el Pan de Ázucar y el Morro de Urca, sí cuenta con restaurantes con vistas y tiendas de souvenirs. Es digna de visitar la pequeña capilla situada en la base de la estatua, en su interior se guarda  la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Aparecida, patrona de Brasil.

Capilla de Nuestra Señora de la Aparecida

El Cristo de espaldas entre la vegetación tropical






LA PLAZA LARGO DO BOTICARIO

 
La plaza Largo do Boticario
    La visita al Cristo Redentor se puede completar acercándose a la pequeña plaza Largo do Boticario, para llegar hasta la plaza a la salida de la estación de tren del Corcovado, hay que ir hacia la izquierda, cruzar la calle y caminar sentido ascendente, unos 10 minutos y nos encontraremos la plaza a mano derecha.
Se trata de siete coloridas casas de estilo neocolonial, construídas a principios del siglo XX, en un entorno de vegetación tropical. La visita merece la pena, a pesar de que las mansiones se encuentran en un deficiente estado de conservación y de limpieza, una de ellas incluso está apuntalada.
El Museo de Arte Naif es otra de las visitas que se pueden hacer, situado a pocos metros de la estación del bonde vermelho, el edificio que alberga el museo es  una casa de estilo colonial pintada en colores azul turquesa y blanco y con porche forjado en hierro.

Coloridas casas de estilo neocolonial

Museo de Arte Naif





30 comentarios:

  1. Nunca me había llamado la atención visitar Brasil, pero la verdad es que por las imágenes y lo que cuentas, estoy pensando en ponerlo en mi lista de futuros destinos.
    Qué bueno que tengan prioridad las familias en las taquillas también del Cristo del Corcovado!!
    Un abrazo

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    1. Gracias, Carmen.

      Sí en el Cristo de Corcovado también tienen prioridad las familias con niños, evitando la cola general.

      Un abrazo.

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  2. Visita imprescindible, no solo en Brasil sino en el mundo entero. Lo malo es el gentío, pero parece inevitable en sitios como éste.

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    1. Gracias, chicos.

      El Cristo del Corcovado fue el punto turístico donde más gentío encontramos. Además, tampoco la infraestructura no era tan buena como en el Pan de Azúcar.

      Un abrazo.

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  3. Bonitas vistas, las casas de la plaza son preciosas, lástima que no estén bien conservadas.

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    1. Gracias, Verónica.

      Las casas neocoloniales eran bonitas, pero el estado de conservación dejaba mucho que desear, aún así merece la pena darse una vuelta hasta la plaza.

      Saludos.

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  4. Qué vistas más impresionantes!!Sí que se te veía contento en la foto , jejeje y , la verdad , no me extraña porque la experiencia tiene que ser formidable.Para mi tampoco Brasil ha sido un destino que me llamase mucho pero viendo tus fotos y leyendo tus relatos , la verdad es que acaba apeteciendo.

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    1. Gracias, Pury.

      Sí que estaba contento, sobre todo por las vistas del Pan de Azúcar y de la costa de Guanabara, soñaba con verlas con buen tiempo.

      Un beso.

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  5. Lo dicho, cada vez nos gusta mas este viaje.Tendremos que apuntarlo.
    Que bueno Victor que pudiste "Jumpear" con tanto gentío.

    Un abrazo desde Las Palmas.

    http://siemprejuntosporelmundo.blogspot.com.es

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    1. Gracias, chicos.

      Sí que pude saltar de alegría, pero no fue fácil con tanta gente...

      Un abrazo

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  6. Qué pasada! Tengo muchas ganas de Brasil, así que me apunto todo y a ver si lo uso pronto, genial esta entrada.

    Las vistas desde el Cristo son una aunténtica pasada!

    Saludos!

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    1. Gracias, Iciar.

      Las vistas desde el Cristo son chulas, eso sí con buen tiempo.

      Saludos

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  7. Veo que tratan muy bien a las familias en Brasil, ¿no? Con colas independientes y todo. Eso está muy bien.
    El Cristo, el tren y, sobre todo, las vistas son espectaculares. Y muy bonita la plaza Largo do Boticario, con esos coloridos edificios.
    Un saludo ;)

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    1. Gracias, Helena.

      El trayecto en tren es muy bonito, adentrándose por el Parque Nacional de Tijuca. Y sobre todo las vistas desde lo más alto.

      Un saludo.

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  8. Pufff me encanta .
    Impresionantes vistas...viaje apuntado tambien ,espero que podamos realizarlo algun dia..
    Victor ...muy bien explicado todo.
    Besinos para los dos!!

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  9. Despues de leer tu relato no se si quedarme con el Corcovado o el Pan de Azucar, ambos ofrecen unas vistas y un entorno increible. Cada vez me llama mas la atencion ir a Brasil, ya te pedire informacion.

    Un abrazo!!!

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    1. Gracias, Carfot.

      Las vistas y el paraje natural del Pan de Azúcar también son impresionantes y además cuenta con más infraestructura que el Cristo del Corcovado.

      Un abrazo.

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  10. Que pasada!!! Tengo muchísimas ganas de ir a Brasil, y al leer tu relato, más, muchas más todavía... las fotos geniales y menudas vistas, son realmente impresionantes.

    Me ha encantado esta entrada

    Un saludo,

    Trini
    http://yoadoroviajar.blogspot.com

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  11. Preciosas vistas desde el mirador, me gustan más que el Cristo en sí, je je. Imresionante el enclave de Río de Janeiro y una vista complementaria la que ofrece este mirador a la que nos enseñaste desde el Pan de Azúcar. Las casas de la plaza son una maravilla, lástima que estén así, aunque a veces ahi reside parte del encanto. Un saludo y enhorabuena por la fotos, son realmente preciosas.

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    1. Muchas gracias, Caliope.

      Lo realmente bonito del Cristo de Corcovado son las vistas y el paraje natural tropical en la que se haya emplazado.
      Es una pena que las casas de la plaza Largo do Boticario con lo bonitas que son, estén tan descuidadas.

      Un saludo.

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  12. Menudas vistas que hay desde allí, otro de mis objetivos viajeros ya que me he propuesto visitar las nuevas maravillas, ya me quedan poquitas!!! Un abrazo!!! ;-)

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    1. Gracias, Babyboom. Espero que pronto puedas visitar esta nueva maravilla del mundo, no te decepcionará.

      Un abrazo.

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  13. Qué vistas hay desde ahí arriba. Me he quedado con la boca abierta! Enhorabuena por haber estado allí

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    1. Gracias, Rubén. Las vistas de Río desde el Cristo del Corcovado son chulas, chulas.

      Un saludo.

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  14. Guau Victor lo he flipado con tus fotos. Ya veras las nuestras y te darás cuenta la suerte que tuviste ese día...nosotros apenas le vimos la cara de tanta niebla como había. Un abrazo

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    1. Gracias, Verónica. Sí hay que tener suerte con el tiempo, si no te puedes quedar sin ver las increíbles vistas de Río.

      Un abrazo.

      Un abrazo.

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  15. Enhorabuena por tu blog y por los artículos sobre Río, Victor.

    Estoy pensando ir el próximo enero al menos a dos ciudades brasileñas, Río y Salvador. ¿Cuántos días estuvísteis y cuántos recomiendas dedicarle a Río para, moviéndose uno a buen ritmo, conocerlo con cierta profundidad?

    Gracias de antemano,
    Ricardo Lafita.

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    1. Gracias, Ricardo y bienvenido a El mundo a tus pies !!!

      Creo que moviéndote a buen ritmo, cuatro días son suficientes para visitar Río. Conozco también, Salvador de Bahia y te va a gustar, el pelourinho es preciso.

      Un saludo

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