Colmar, capital del Alto Rin, está considerado el más típicamente alsaciano de todos los pueblos de la región de la
Alsacia francesa. Colmar, atesora un rico patrimonio arquitectónico y cultural, casas de estilo renano con entramado de madera y fachadas decoradas con rótulos de hierro forjado de los gremios que antaño trabajaban en la ciudad.
Rincones con encanto como la Pequeña Venecia, el barrio de curtidores y el de pescadores, edificios civiles de la talla de las maisons de Pfister, des Têtes o la Antigua Aduana o religiosos como la Colegiata de San Martin o la Iglesia de los Dominicos, hacen de Colmar un lugar imprescindible.