Edimburgo no es sólo la famosa Royal Mile y el icónico Castillo, también disfruta de la New Town, la Ciudad Nueva, proyectada en el siglo XVIII para acabar con el hacinamiento de la Old Town. Patrimonio de la Humanidad desde 1995, se articula en torno a la animada Princes Street, el principal eje comercial de la ciudad, numerosas tiendas de marca tienen su sede en edificios georgianos que jalonan la calle, centros comerciales, hoteles de lujo, dos de las principales galerías de arte escocesas, la Royal Scottish Academy y la interesante colección de pintura de la National Gallery y delimitada por el principal pulmón de la ciudad, los bellos y cuidados jardines de Princes Street Gardens, desde donde se tienen las mejores vistas de la Royal Mile y del Castillo.
Iniciamos la visita a la New Town en los coquetos jardines de
Princes Street Gardens, lugar de recreo y esparcimiento para la población local, fueron creados tras el drenaje del lago Nor Loch en 1820. El primer punto de interés que visitamos fue la monumental fuente Ross, que lucía en todo su esplendor con la luz del día soleado que disfrutábamos y que hacía que el parque se llenase de gente paseando y tomando el sol. En nuestro tranquilo paseo nos acompañaba la ominpresente e icónica silueta del Castillo, alzándose por encima de los jardines.
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La hermosa fuente Ross |
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Vista del Castillo desde Princes Street Gardens |
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Placa en memoria de una persona en un banco de Edimburgo |
En el paseo nos llamó la atención una tradición, la colocación de una pequeña placa que descansa en el respaldo de todos los bancos de la ciudad,dedicada a la memoria de una persona y que es sufragada por su familia.
En nuestro caminar llegamos a las escaleras que dan acceso a la parte oeste de los jardines y donde se encuentra el bello reloj floral, data de 1903 y fue el primero de ese tipo en el mundo. A sus espaldas y a pocos metros del cuidado reloj, divisamos una casa, su aspecto de casa de cuento inmersa en un bosque, nos animó a acercarnos hasta ella.
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El bello reloj floral |
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Casita de cuento en los jardines |
Continuamos el recorrido por los jardines hasta llegar a uno de los emblemas de la ciudad, el
Monumento a Scott, su altura hace que su aguja pueda ser divisada desde diferentes puntos de la ciudad. Levantado en 1846 en honor al escritor escocés, la figura de Scott se integra en una torre de estilo gótico de 61 metros de altura, se puede subir hasta lo más alto, aunque para ello habrá que ascender 287 escalones. Sus piedras aún conservan las tonalidades negruzcas provocadas por la contaminación industrial de la época, Edimburgo en el siglo XIX era conocida con el sobrenombre de la ciudad humeante.
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El Monumento a Scott |
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Panorámica de la Royal Mile desde Princes Street Gardens |
Enfrente del Monumento a Scott se hallan los lujosos
Almacenes Jenners, con su señorial fachada.
Creados a imagen y semejanza de los famososos Harrods londinenses. Échamos una ojeada a su suntuoso interior antes de proseguir la ruta por Princes Street.
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La monumental fachada de los almacenes Jenners |
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Interior de los almacenes |
Nuestra siguiente parada fue en uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad Nueva, el
Hotel Balmoral, su hermosa fachada está presidida por la majestuosa torre del reloj. El hotel abrió sus puertas en 1902. No dudamos en acceder a su interior, decorado con un gusto exquisito.
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El Hotel Balmoral con su espectacular torre del reloj en su fachada |
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El lujosos interior del Hotel Balmoral |
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Tocando la gaita en la puerta de entrada del Hotel |
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Vistas desde Canton Hill |
La emblemática colina de
Canton Hill fue el siguiente punto de interés que visitamos. Tras ascender una pequeña cuesta y varios escalones llegamos a la colina, el centro de un antiguo volcán. Antaño fueron varias las funciones que desempeñó, leprosería, lugar de ejecución, cementerio y hasta fue utilizado como espacio para secar la colada de la población local.
Cuenta con varios monumentos herencia de la Ilustración escocesa, de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, así el monumento dedicado al filósofo Dugald Stewart, al almirante Nelson. Destaca el Monumento Nacional, fue proyectado a imagen y semejanza del Partenón, pero por falta de fondos se quedó en doce columnas, hoy en día es uno de los emblemas de la ciudad y punto de atracción de los visitantes de la colina. Pero, Canton Hill no es sólo un agradable paseo por sus monumentos, las vistas que se tienen de Edimburgo desde la colina son fantásticas, el Palacio de Holyroodhouse y los jardines, Princes street con el hotel Balmoral y su torre del reloj, el Monumento a Scott y la Ciudad Antigua con el Castillo, son algunas de las panorámicas que se pueden observar desde diferentes miradores.
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Las doce columnas del Monumento Nacional |
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Panorámica de Edimburgo desde Canton Hill, al fondo la cúpula de la Catedral y la torre del Hub |
Volvimos sobre nuestros pasos camino de Princes street acompañados de un sol radiante para visitar la
Scottish National Gallery, con su famosa colección de pintura. El acceso a las colecciones permanentes son gratuítos. Aunque la visita fue interesante, nos dejó un sabor agridulce, algunas de las salas que pretendíamos visitar, como la de los pintores impresionistas, se hallaba cerrada al público por reforma.
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Princes Street Gardens |
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Autorretrato de Rembrandt |
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La Plaza Principal de Dean Village, secando la colada |
Tras asomarnos a la Royal Mile y a su emblemático Castillo, decidimos buscar la tranquilidad en el pequeño pueblo de
Dean Village, situado cerca de la Galería de Arte Moderno, para ello cogimos el transporte público gratuíto que une la National Gallery con la Scottish National Gallery of Modern Art. Desde allí es un corto paseo, saliendo a la avenida principal hay que desviarse a la izquierda hasta llegar al pueblo.
Durante siglos, fue un importante centro industrial, la fuerza del río Leith servía para dar energía a los molinos donde se elaboraba la harina que aprovisionaba a la población de Edimburgo. Posteriormente, vivió un declive y abandono hasta que fue recuperado como zona residencial.
Caminamos por la senda del río Leith en busca de los vestigios del pasado, antiguas casas de piedra, puentes y molinos de agua, pero pocas son las huellas que quedan en la actualidad.
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Vista de Dean Village desde el río Leith |
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Paseando por Dean Village |
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La oveja Dolly |
Regresamos al centro de Edimburgo para visitar el
National Museum of Scotland, con entrada gratuíta. Dimos un paseo por alguna de sus salas, en su interior sabíamos que se encontraba la figura disecada de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado procedente de un célula madre y aprovechamos la visita para ir a verla. Pero, lo que más nos gustó del museo no fueron los variopintos objetos expuestos, si no las increíbles vistas que se tienen desde la terraza del Museo. Sobre los tejados de pizarra de la Royal Mile se alzaba la cúpula con forma de corona de la Catedral, el Hub con su puntiaguada torre, la más alta de la ciudad y cómo no la omnipresente imagen del Castillo vigilando la ciudad desde lo alto de la colina.
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Desde la terraza del Museo se observan los tejados de pizarra de la Royal Mile y la Catedral |
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Vista del Castillo y a la derecha el Hub |
Edimburgo es una de las ciudades más bonitas que conozco y cuando vienes un fin de semana o algunos días alcanza para ver lo principal y no está mal, pero cuando llevas mucho más tiempo te da la posibilidad de ver sitios que no tenías ni idea que estaban ahí.
ResponderEliminarLlevo aquí más de 3 meses y aun no la conozco completa :P
Arol, gracias por tu comentario y bienvenido a El mundo a tus pies.
EliminarEdimburgo es una de las ciudades europeas más hermosas, la Royal Mile, la New Town... y alguna escapada a pueblitos encantadores como Dean Village.
Saludos.
Buen post! La verdad es que ahora que por fin vivo aquí cada día me enamoro más de la ciudad... Me resulta muy curioso ver mi ciudad a través de otros ojos ;)
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tus palabras, Patricia.
EliminarEdimburgo es una ciudad que enamora y a la que dan ganas de regresar para descubrir nuevos rincones.
Un abrazo.
¡Un recorrido súper completo! Ais, creo que nunca me cansaré de la panorámica de la Old Town que se tiene desde Calton Hill... Y la excursión por las galerías y Dean Village también es una de mis favoritas :)
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Angie y bienvenida a El mundo a tus pies.
EliminarLas vistas que se tienen desde Calton Hill son preciosas, sin duda merece mucho la pena acercarse hasta la colina. Las vistas desde la terraza de la galería, el pueblo Dean Village...Edimburgo es una ciudad que tiene muchos alicientes para los viajeros.
Saludos.
La verdad es que hace poco tiempo que Edimburgo ha entrado en mis lista de destinos deseados... Y viendo tus fotos no entiendo por qué no la he incluido antes!!! Qué bonita es!!! Y no sabía que en el National Museum of Scotland tenían a la oveja Dolly disecada... qué curioso!
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Carmen.
EliminarEdimburgo es una ciudad preciosa, estoy seguro de que cuando tengas la ocasión de visitarla, te encantará.
Carmen sí que resulta curioso ver a la oveja Dolly en el National Museum.
Saludos.
Edimburgo me parece espectacular. Le tengo muchas ganas a Escocia y está claro que le reservaré un hueco a esta ciudad. La hermana de una amiga vive cerca y siempre que la visita, viene hablando maravillas.
ResponderEliminarGracias, Verónica.
EliminarEdimburgo merece mucho la pena, la Royal Miles es preciosa, un paseo por la New Town y sus cuidados jardines, las vistas desde Canton Hill y cómo no tomarse una pinta en uno de los acogedores pubs de la ciudad.
Un saludos.
Ay, tu entrada me ha traído muy buenos recuerdos de cuando vivía en Edimburgo. Veo que tuviste suerte con el buen tiempo, para mí nada mejor que tomarse una sidra en Calton Hill tras salir el trabajo. Son pocos los días que el tiempo te deja, pero por eso se aprecia más :)
ResponderEliminarGracias, Jaume.
EliminarMe alegra que el post te haya traído buenos recuerdos.
Tuvimos mucha suerte, Edimburgo con buen tiempo se ve mucho más bonita.
Un saludo.
La nueva, la vieja, cualquier parte de Edimburgo me vuelve loca 😍 Una de mis ciudades preferidas de Europa a la que volvería una y otra vez
ResponderEliminarHola !! Qué razón tienes !!, Edimburgo la vieja, la nueva, cualquier parte de la ciudad es preciosa !!
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