EL VOLCAN DE BROMO, SUEÑO O REALIDAD...
Polvo y ceniza, aire seco y sulfurado, que por momentos se hace irrespirable, caballos montados por la etnia tenggerese que galopan como jinetes del apocalipsis en un paisaje lunar, crater humeante que avisa de un peligro, escaleras estrechas e interminables ocultas por la ceniza que conducen a lo desconocido, un templo hindú que surge en medio de la nada como si de un espejismo se tratara, el
Volcán de Bromo, sueño o realidad...
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En la furgoneta camino del Volcán de Bromo |
Pero todo comenzó 24 horas antes cuando a las 8 y 20 de la mañana nos subimos a una incómoda furgoneta en compañía de unos intrépidos aventureros franceses, que buscaban otra aventura diferente a los adelantamientos suicidas con los que nos deleitaba nuestro conductor. Habíamos contratado un tour por 425.000 rupias por persona en la agencia Sosro en la calle Sosrowijayan, la calle por excelencia de las agencias y restaurantes de Yogyakarta, que incluía el traslado hasta Cemoro Lawang, el alojamiento en el hotel Bromo Permai, el jeep hasta el mirador Panajakan y hasta el cráter del Volcán y finalmente el traslado hasta Denpasar. Qué majas eran las dos empleadas jóvenes que atendían en la agencia Sosro o quizá no... ?? pero, eso lo descubriríamos más adelante.
Tras 12 horas de un largo viaje que se hizo interminable, con escasas paradas para comer y poco más, llegamos a un pueblo perdido llamado Probolinggo, pero éste no era nuestro punto final si no la oficina donde tienen montado todo el tinglado. Así que nos bajaron a todos para explicarnos con parsimonia lo que íbamos a hacer al día siguiente y entregarnos la documentación del hotel y los servicios que teníamos contratado y si no, para vendértelos. La sorpresa desagradable vino cuando nos dijeron que no teníamos contratado el jeep. Las chicas de la agencia Sosro de Yogyakarta al final no eran tan majas, si no que resultaron ser lobos con piel de cordero, intentando timarnos al no incluir en nuestra reserva tal servicio. Tras discutir con el personal de la oficina de Probolinggo e incluso hablar, a pesar del cansancio, por teléfono con las chicas de la agencia Sosro, que con toda la cara del mundo decían que no se acordaban de nosotros y con recochineo nos dijeron que tenían que mirar primero la reserva, mientras repetían en español los números que les dábamos de nuestra reserva, dejando en el aire la solución a nuestro problema...Más tarde nos enteramos que a otro grupo de españoles que habían contratado el tour en la misma agencia, también les había intentado también timar, utilizando el mismo sistema. El personal de Probolinggo, al final, no sabemos si por la discusión que montamos o por qué, pero conseguimos que se incluyera el jeep, que además era lo que más ilusión nos hacía.
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Vista desde la furgoneta con el volcán Merapi al fondo, uno de las más destructivos |
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Exterior del hotel Bromo Permai,ubicado en el Parque Nacional |
De nuevo nos subimos a una furgoneta, que en vez de llevarnos al hotel directamente, hizo una parada en un supermercado para que comprásemos comida con la excusa de que en Cemoro Lawang. que era el pueblo donde quedaban los hoteles, la comida era muy cara. Pero, lo mejor estaba por llegar, cuando pensábamos que después de dejar a la mayor parte de la gente en el hostel Nadia nos llevarían por fin a nuestro alojamiento, nos dicen que tenemos que esperar a que la gente cene...o sea que primero nos paran para que compremos comida y ahora nos dicen que cenemos en el hostel, así que no nos quedó otra que esperar. Por fin, a las 11 : 30 de la noche, 14 horas después de nuestra salida de Yogyakarta, llegamos al Hotel Bromo Permai, como ya estábamos anestesiados por el cansancio, no se nos cayó el alma a los pies al ver nuestra humilde habitación , a pesar de haber pagado un suplemento por alojarnos allí, lo único bueno y que ya descubriríamos al día siguiente era la inmejorable ubicación dentro del Parque Nacional de Bromo,Tengger, Semuru.
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Las vistas que se tenían desde el hotel del Parque Nacional |
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Esperando a que amaneciera |
Esa noche poco íbamos a dormir, a las 3 : 30 de la mañana nos despertaron aporreando la puerta de nuestra habitación. Media hora más tarde nos subimos, medio dormidos, a un jeep que minutos después nos dejó en medio de la nada, para subir a tientas y en la más completa oscuridad de la noche por una pista hasta el
mirador del monte Pananjakan. Frío, nervios en la espera, cámara en ristre esperando el momento mágico y empieza a amanecer...y con ello el espectáculo, delante de nuestros ojos se descubrió con las primeras luces del alba un paisaje de valle y volcanes, que asemejaban un paisaje lunar,con cuatro protagonistas principales y todos ellos volcanes !!, el
Volcán de Bromo con su espectacular caldera, a su lado el
Monte Kursi con sus 2581 metros, el
Monte Batok, antiguo volcán, con su peculiar orográfia con forma cónica y color marrón y en la lejanía el
Volcán Semuru, siempre humeante y el más alto de Java con 3676 metros.
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Con vistas a los cuatro volcanes |
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El volcán de Bromo y en la parte inferior el Templo hindú |
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Vistas desde el mirador del monte Pananjakan |
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Caminando por el Mar de Arena |
Tras el maravilloso espectáculo vivido, nuevamente nos subimos al jeep que nos acercó a las proximidades del Volcán, caminamos por el llamado Mar de Arena, polvo y ceniza de color gris oscuro que se hace por momentos irrespirable hacia la base del
Volcán de Bromo, acompañados en todo momento del galopar de los
tenggereses, una comunidad de religión hinduísta, minoritaria en la isla de Java, que ha sobrevivido a las duras condiciones y que se ganan la vida, además de cultivando sus tierras, ofreciéndose a llevar a los viajeros a lomos de sus pequeños caballos hasta las escaleras donde se inicia la ascensión del Bromo. Decidimos prescindir de sus servicios y continuar a pie, mientras nuestros pasos se hundían en el polvo y ceniza del camino. En el recorrido, pasamos junto al templo hindú Pura Luhur Poten, pero la visita la dejaríamos para la vuelta, nuestro objetivo ahora era otro, ascender hasta el crater del Volcán de Bromo.
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Tenggerese a caballo junto al Monte Batok |
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Vistas del Mar de Arena con el templo Luhur Poten en medio de la nada |
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250 escaleras separan del cráter |
Y así llegamos al inicio de las escaleras del volcán de Bromo, 250 escalones nos separaban del crater, la subida se hace dura por la estrechez de los escalones y el polvo y la ceniza continua, que además ocultaban los escalones. Pero, conseguimos llegar a la
cumbre, una inmensa caldera nos estaba esperando, un poco descuidada y sin ninguna protección al vacío. Contemplamos la inmensidad del cráter, mientras los tenggereses nos ofrecían ofrendas para lanzarlas al interior del volcán y pequeñas fumaratas de sulfuro blanco, esporádicamente, salían a la superficie.
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La inmensa caldera del Volcán de Bromo |
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Fumaratas en el volcán |
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Tenggereses descansando tras la dura jornada |
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Pura Luhur Poten con el Volcán de Bromo al fondo |
Descendimos con mucha cautela por la inestabilidad de los escalones, había tramos que habían quedado totalmente sepultados por la ceniza y nos dirigimos al
Pura Luhur Poten, el templo hindú, que parece surgido en medio de la nada como si de un espejismo se tratara y aunque pasa casi desapercibido para la mayoría de los viajeros, para nosotros no. El templo es de gran significado religioso para la etnia tenggerese. Durante la celebración anual del Yadnya Kasada, festival hindú cuyo origen se remonta al siglo XV y que dura un mes, en el catorceavo día de las celebraciones los tenggereses peregrinan hasta el crater para hacer sus ofrendas al Volcán a cambio de protección. La principal característica de Pura Luhur Poten es la utilización de piedras volcánicas negras en su construcción procedentes de los volcanes del Parque Nacional. Visitamos su interior antes de regresar al jeep que nos llevó nuevamente al hotel a las 8 de la mañana.
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Interior del Pura Luhur Poten |
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Puerta partida en el templo |
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Ali en el jeep |
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Cemoro Lawang |
Al llegar al hotel, ducha rápida, hasta el último pelo de la cabeza tenía ceniza, cambio de ropa que había quedado gris después de la excursión y el tiempo justo para un escaso desayuno incluído en el precio de la habitación y nuevamente a las 9 : 30 como si de una prueba de resistencia se tratara, salida en furgoneta hacia Probolinggo. Cuánto nos hubiese gustado visitar el pueblo de
Cemoro Lawang, que tenía muy buena pinta y que sólo pudimos atisbar fugazmente desde las ventanas de la furgoneta. Tras una pequeña espera en la estación de autobuses de Probolinggo, a las 10: 50 cogimos un destartalado bus, que por no tener no tenía ni maletero donde dejar el equipaje, camino de Denpasar, la capital de Bali, 12 horas de trayecto nos esperaban aún por delante...
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Vista de Cemoro Lawang desde la furgoneta |
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Paisaje de montaña en Cemoro Lawang |
Si algún día visito Indonesia (espero que sea prontísimo...) esta será una de las visitas que esperaré con más emoción. Ver amanecer y descubrir poco a poco la belleza del Bromo tiene que ser un momento muy especial.
ResponderEliminarSaludos!
Hola Anna,
EliminarGracias por tu comentario.
La visita al volcán de Bromo, es uno de los momentos mágicos que no se me olvidará en la vida. Sin duda, es una de las visitas obligadas en Indonesia.
Saludos.
Si ya lo tenia decidido me acabas de dar mas motivos. En abril viajo a Indonesia y el Bromo no sera una visita que haga (lo dejare para otra ocasion) ... 14 horas hasta el Bromo y otras 12 hasta Denpasar? Demasiado para mi cuerpo ... y eso que pinta una maravilla pero que va, lo dejare para cuando tenga mas tiempo e ir al Bromo por libre!
ResponderEliminarSaludossss
Hola Marcos,
EliminarGracias por tu comentario.
El viaje es duro eso está claro, pero cómo vas a ir a Indonesia y no visitar el volcán de Bromo...Marcos, anímate merece mucho la pena, de verdad.
Saludos.
Qué morro las de la agencia de viajes, me apunto el nombre para no ir allí si alguna vez viajo a Indonesia. Las vistas del volcán Bromo impresionantes, valió la pena levantarse tan temprano para ver el amanecer!!! Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarHola Babyboom,
EliminarGracias por tu comentario.
La experiencia es increíble, te olvidas de todo, del palizón del viaje hasta del intento de timo de la agencia. Lo primero que nos preguntaron era el planning que teníamos previsto hacer en Indonesia, para asegurarse que no regresábamos a Yogyakarta a cantarles las cuarenta...
Un abrazo.
Yo no lo dudaría... Las fotos y la pasión con la que lo cuentas refleja que te impacto y que el lugar merece la pena sin duda alguna.
ResponderEliminarSaludos desde www.yoadoroviajar.blogspot.com
Trini. (xD si quieres nos seguimos)
Hola Trini,
EliminarGracias por tu comentario.
El Volcán de Bromo es un lugar que te deja huella, es difícil de olvidar la experiencia vivida.
Trini, yo hace tiempo que soy seguidor de tu blog.
Saludos.
Menudas pericias, pero el resultado fue espectacular. Unas panorámicas lunares preciosas y contemplar la impresionante caldera del Volcán Bromo merece todos los sacrificios. Un gran post.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Cincuentones,
EliminarGracias por vuestro comentario y vuestras palabras.
La verdad que menuda aventura !! pero merece la pena todo, a pesar del viaje, el madrugón, subir hasta el mirador del monte Pananjakan a tientas en la oscuridad de la noche...
Saludos.
Vaya fotos! Impresionante jornada, lo que me jode es lo de los timos, me mata y me sale una vena asesina que no veas, menos mal que merece la pena. Yo también apunto la agencia para no pasar por allí cuando vaya a Indonesia. Por cierto, vaya palizas de bus os metísteis. Un saludito!
ResponderEliminarHola Caliope,
EliminarGracias por tu comentario.
Lo de la agencia estuvo muy mal, te ponían muy buena cara para que te confiaras y quedarse con el dinero del jeep que era lo que más subía.
Saludos.
Buf!! valla pasada..aunque es cierto que debe de ser agotador tantas horas para visitarlo ..creo que merece la pena ,las fotos que poneis me han encantado..
ResponderEliminarEnhorabuena por todo.
Un besin.
Hola Ana,
EliminarGracias por tu comentario.
El viaje hasta el Volcán de Bromo es un palizón, pero luego se te olvida todo y merece la pena la aventura vivida.
Un besín.
Sique fue duro el llegar hasta la zona de volcanes,pero a juzgar por las fotos, bien que mereció la pena! Eso sí, vaya morro las de la agencia! Menos mal que al final no tuvistéis que pagar más.
ResponderEliminarSaludos
Hola Carmen,
EliminarGracias por tu comentario.
Salvamos que al final no tuvimos que pagar de nuevo el jeep porque era lo que más subía y además nos hacía mucha ilusión.
Saludos.
Menudo viaje más agotador, pero salir de la oscuridad de la noche y encontrarse con ese paisaje tuvo que ser una experiencia que no olvidaréis :-)
ResponderEliminarHola Artabria,
EliminarGracias por tu comentario.
Desde el principio fue todo una aventura, el viaje, el hotel, el jeep, el caminar en la oscuridad de la noche, el amanecer, la subida al volcán...una experiencia increíble.
Saludos.
La imagen de los cráteres es espectacular!
ResponderEliminarEn cuanto al pequeño percance con las chicas de la agencia ... ¿qué te voy a decir? estas cosas son las que más me fastidian de los viajes porqué aunque intento no enfadarme tampoco soporto que me tomen el pelo. Y los que viajamos por nuestra cuenta somos carne de cañón.
Un abrazo
Hola Teresa,
EliminarGracias por tu comentario.
La imagen del Mar de Arena como si de un paisaje lunar se tratara, los volcanes, el templo hindú en medio de la nada y el galopar de los tenggereses levantando el polvo y la ceniza, es increíble.
Un abrazo.
¡Qué susto lo del jeep! Aunque me alegro que al final saliera todo bien...
ResponderEliminarEl viaje parece agotador pero poder ver el paisaje desde el cráter del volcán suena genial.
Un saludo,
Hola Chelo,
EliminarGracias por tu comentario.
El viaje hasta el volcán es agotador, pero en mi memoria guardo muy buenos recuerdos de la experiencia vivida.
Saludos.
Hace poco veía un documental sobre el volcán de Bromo y aunque sea un palizón, está claro que hay que ir, porque merece la visita.
ResponderEliminarAnotada queda la agencia para descartarla en un futuro viaje.
Hola José Carlos,
EliminarAl volcán de Bromo hay que ir sí o sí, y si se puede también al de Ijem, aunque las cosas como son es un palizón de los grandes.
Los de la agencia unos impresentables y caraduras.
Saludos.
Os envidio!! Nunca he visto un volcán de cerca y no veo el momento de poder hacerlo... Cualquier inconveniente para llegar allí seguro que merece la pena, pero me da a mi que la poca profesionalidad de algunas agencias de viaje es un "cancer" que siempre existirá...
ResponderEliminarHola tocayo,
EliminarLa agencia de viajes Sosro de Yogyakarta estuvo a punto de arruinarnos el trayecto en jeep que es uno de los grandes alicientes del volcán de Bromo, pero nos mantuvimos firmes en la oficina de Probolinggo y al final pudimos disfrutarlo.
Abrazos.