NAVEGANDO POR EL FIORDO DE GEIRANGER, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
A primera hora de la mañana, el barco llegó a la pequeña población de Geiranger, hoy día su principal actividad es el turismo, que nos recibió con una densa niebla. El desembarco al pueblo, al fondear y no atracar, se hizo mediante lanchas.
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Las lanchas que te acercaban al puerto |
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El barco Grand Mistral fondeado |
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En el asiento de piedra con la niebla al fondo |
Nuestros planes pasaban por coger un bus que salía de Geiranger a las 9:40 y que por 250 coronas por persona, ida y vuelta, nos acercaría hasta el Montes Dalsnibba y regresaría a las 11:30, pero ante la certeza de que la densa niebla no nos iba a permitir tener vistas desde lo alto de la montaña del fiordo, decidimos cambiar sobre la marcha de planes y tomar un taxi colectivo con capacidad para dieciséis personas, que por setecientas coronas, ida y vuelta, en un principio pedían ochocientas coronas, nos acercaría hasta el Mirador de Flydalsjuvet. Lo característico del mirador es una roca que cuelga desde el acantilado y desde la cual se tienen unas espectaculares vistas del fiordo. El taxi nos llevó por una carretera que sube en zig- zag con bastante pendiente y al llegar al mirador, nos encontramos con la decepción, la niebla cubría totalmente el paisaje imposibilitando cualquier posible vista del fiordo. En el mirador se encuentra un asiento de piedra en honor de la Reina Sonia de Noruega por su contribución al turismo de la zona, siendo inaugurado el uno de septiembre de 2003.
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Casita de madera con la cornamenta del arce y la niebla al fondo |
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Camino de la cascada de Storseterfossen |
Después de quedarnos con la miel en los labios,descendimos unos metros andando, el taxista se había ido sin esperarnos e hicimos un trekikng en dirección a la cascada de Storseterfossen, por el camino vimos un paisaje montañoso, muy verde, con casitas de madera, algunas con cornamenta de arce en su fachada y cascadas como la de Storgrova.
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Paisaje característico de Geiranger |
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Cascada en Geiranger |
Ya en la bajada por la carretera serpenteante, fue levantando poco a poco la niebla, lo que nos permitió ir viendo en el descenso las vistas del fiordo y posteriomente del pueblo.
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Vistas del fiordo |
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Paisaje de cascada |
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En la cascada de Kleivafossen |
Ya llegando a Geiranger, vimos otra bonita cascada, la de Kleivafossen. Continuamos bajando por la estrecha carretera y muy concurrida de coches y autobuses, de hecho en algunos tramos que coincidían autobuses, tenían que dar marcha atrás para poder pasar, hasta que llegamos a la Iglesia del pueblo. Rodeada de un jardín con un pequeño cementerio, con vistas al fiordo. La iglesia tiene una característica forma octogonal y fue construída en 1842.
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La Iglesia de Geiranger |
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Interior de la Iglesia |
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Piel de reno |
Al llegar al pueblo, dimos una vuelta. El pueblo en sí no tiene mucho interés, tiendas de souvenirs, de chocolate, cafés con terrazas y quizá lo más llamativo un puesto donde vendían carne de reno, arce y ballena. También vimos varias tiendas donde vendían piel de reno. La entrada al pueblo está presidida por un troll de gran tamaño, muy solicitado para hacerse la foto de rigor.
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Ali con el troll del pueblo |
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El fiordo de Geiranger |
Lo bueno vino a continuación, el barco partió rumbo a Hellesyt, navegando por el Fiordo de Geiranger, declarado Patrimonio de la Humanidad, con una longitud de quince kilómetros. A los pocos kilómetros vimos desde cubierta, dos espectaculares y conocidas cascadas, que nacen de los picos nevados y en otras ocasiones se descuelgan de los glaciares que moran en las cumbres. La Cascada de las siete hermanas, un bellísimo salto de agua compuesto por siete chorros que caen como velos de novia y que la leyenda los asocia a siete hermanas que rechazaron unas tras otra las proposiciones del mismo pretendiente. Justo enfrente, se encuentra la Cascada del Pretendiente, al caer el agua dibuja la silueta de una botella, la leyenda la vincula al galán que al verse rechazado por las hermanas se dió a la bebida. Esta última tenía, en esos momentos, un mayor caudal de agua, que la hacía más espectacular a nuestros ojos que la de las siete hermanas.
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Cascada de las siete hermanas |
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Cascada del pretendiente |
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Navegando por el fiordo |
Los fiordos tienen su origen durante las glaciaciones, el hielo excavó los valles hasta hundirlos por debajo del nivel de la plataforma marina, cuando se fundió el hielo, el agua oceánica invadió los valles y les dió su forma actual. En cubierta nos deleitamos viendo la belleza del paisaje, naturaleza pura, que alcanza aquí su expresión más extrema con los fiordos, la guinda del paisaje noruego. Lo espectacular del Fiordo de Geiranger se debe por igual a su poca amplitud y a la altura de las montañas que la rodean, que tienen hasta dos mil metros de altura.
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En cubierta |
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Camino de Hellesyt |
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Paisaje del fiordo |
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Cascada de Hellesyltfossen |
Después de una espectacular travesía por el fiordo, el barco llegó a Hellesylt, pequeña población que vive por y para el turismo. El crucero fondeó para recoger a los pasajeros que habían hecho la excursión de Geiranger a Hellesylt. El resto de pasajeros nos tuvimos que conformar con ver las vistas del pueblo desde cubierta, pudimos observar la cascada de Hellesyltfossen, situada en el centro del pueblo y que caía con abundante caudal sobre el fiordo, así como la iglesia de Hellesylt.
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Vista de Hellesylt con la iglesia |
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Con Rafael en la cubierta del barco |
Después de la parada técnica, el barco zarpó rumbo a Olden, lo que nos permitió continuar disfrutando en cubierta de los maravillosos paisajes que nos ofrecía el fiordo, en compañía de la pareja gaditana María y Rafael, con la que rápidamente hicimos buenas migas.
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Navegando por el fiordo |
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Con Ali en en la cubierta del barco |
De noche, fue el espectáculo del mago y humorista Pablo Clabo, que nos hizo reir un montón y así finalizamos nuestro cuarto día en el barco, con una sonrisa en los labios.
Lástima cómo amaneció el día, completamente tapado... Pero parece que luego mejoró la cosa y pudisteis disfrutar del espectacular paisaje.
ResponderEliminarMuy curioso lo de la cascada del pretendiente, la verdad es que en la foto sí se aprecia la forma de botella, jejeje.
Un saludo
¡Qué pena que la niebla no os permitiese disfrutar del mirador!Los paisajes son fantásticos y el troll gigante¡qué gracioso!.ALi ya puede presumir de sus fotos con el troll "padre" y el troll"hijo".
ResponderEliminarMe han parecido muy curiosas las historias de las dos cascadas y como dice Helena ,en la del pretendiente se aprecia perfectamente la botella.
Un abrazo
Qué bonitos los paisajes! qué impresionantes los fiordos! Por lo que deduzco de las fotos, veo que calor no tuvísteis.
ResponderEliminarNo pensaba yo que los barcos de cruceros fluviales fueran tan grandes. Me los imaginaba como los que navegan por el Nilo.
Sigue contando, sigue contando....
Hola !!
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios.
Helena, sí que llevamos una decepción al subir hasta el mirador, no se veía nada por la niebla, aunque luego la cosa fue mejorando. La cascada del pretendiente nos gustó más que la de las siete hermanas, tenía más caudal de agua y era diferente a las que ya habíamos visto anteriormente.
Pury, fue una pena lo del mirador, pero luego fue muy bonito navegar por el fiordo. Ali tiene la colección completa de fotos con los trolls, jeje.
María Teresa, los paisajes de los fiordos eran de postal. Calor no tuvimos, salvo en Oslo y en Olden que nos hizo unos días espectaculares, pero no es lo habitual. Los cruceros eran muy grandes, demasiado...
Un abrazo.
Hola de nuevo .
ResponderEliminarFelicidades por vuestros viajes.
Los Fiordos son una preciosidad!!!
Que paisajes más bonitos
Ah! Me encanta el Troll!!!
Saludos....
Que pasada de paisajes, lástima que hubiera niebla en el mirador. Por lo demás veo que os hizo buen tiempo, genial, las fotos se ven chulísimas, sobretodo Hellesylt con la cascada en mitad del pueblo.
ResponderEliminarUn saludo
Este crucero lo queremos hacer nosotros también, así que se me ponen los dientes largos, jejeje, aunque tendremos que esperar un par de años, que tenemos otros viajecitos en mente ya.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarGracias por los comentarios !!
Yomisma-any, Ana, los paisajes son muy bonitos, incluso se aprecian con más belleza viéndolos en vivo. El troll estaba muy chulo.
Carfot, la cascada en medio de Hellesylt, es un lujo, lástima que no pudiéramos bajar a conocer el pueblo.
Artabria, os recomiendo hacer los Fiordos en cualquier año que podáis, pero eso sí por el tiempo que hace en Noruega, mejor en pleno verano.
Saludos.
Me encantan todos los paísajes y las cascadas son impresionantes, a mí aquí no me dio tiempo de ir cuando fui así que me lo apunto para la próxima ya que me ha parecido espectacular!!! Un saludito. ;-)
ResponderEliminarHola Babyboom,
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Los paisajes son lo mejor de Noruega, valles, montañas, cascadas, ríos, lagos...y navegar por el fiordo.
Saludos.
Hola Víctor, con tu post hemos recordado nuestro viaje. Nosotros hicimos un circuito por Noruega y nos fascinó.
ResponderEliminarSaludos.
Hola cincuentones,
ResponderEliminarGracias por vuestro comentario y bienvenidos al blog !!
Me alegra que el post os traiga buenos recuerdos de vuestro viaje a Noruega.
Un saludo y estamos en contacto.