El viaje por Chipre nos iba a llevar desde Larnaca al norte de la isla. Caminando por la calle Stoa, en Nicosia, es visible la línea verde que separa la República de Chipre de la República turca del Norte de Chipre y divide también su capital. Atravesamos la frontera terrestre para visitar la parte norte ocupada por los turcos desde 1974, Famagusta, que conserva vestigios de su rico pasado y la ciudad fantasma de Varosha y la bella ciudad de Kyrenia, al abrigo de su antiguo puerto veneciano. Días más tarde, regresaríamos a la parte greco chipriota para visitar Pafos y sus bellos mosaicos de la época romana. La montaña de Troodos fue el broche final del viaje, una carretera estrecha y serpenteante nos conduce hasta lo más alto, salpicada en el camino de monasterios ortodoxos centenarios y amplios miradores con increíbles vistas.