VISITA A LOS BARRIOS DE LES HALLES, LE MARAIS Y SAINT GERMAIN DES PRÈS
Un nuevo día despierta sobre París, es el momento de descubrir nuevos rincones y rememorar los lugares ya conocidos...el dinámico barrio de les Halles con el vanguardista Centro Pompidou que transformó radicalmente el quartier, el barrio le Marais con sus espectaculares mansiones, huella viva de una época dorada de París, los vestigios del barrio judío, la Plaza des Vosges, la más hermosa de la ciudad y el quartier Saint Germain des Près, uno de los barrios con un pasado ligado a tertulias literarias en cafés emblemáticos, en los que se reunían personalidades como Simone de Beauvoir o Jean Paul Sartre.
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Iglesia de Saint Eustache |
Iniciamos la visita paseando por el animado
barrio de les Halles, nada queda ya del bullicioso mercado que desde el siglo XII se celebraba en el barrio, en los años 60 y 70 del siglo pasado se decidió cambiar la ubicación del mercado central y transformar radicalmente la fisonomía del quartier. Nuestra primera parada en el barrio fue en una de las Iglesias con más historia de París, la
Iglesia de Saint Eustache, dentro de sus muros fueron bautizados figuras tan ilustres en la historia de Francia como el dramaturgo Molière, el cardenal Richelieu, la controvertida madame de Pompadour, amante del rey Luis XV o hasta el mismísimo rey Luis XIV hizo su primera comunión en el templo. La construcción de la iglesia se inició en 1532, diseñada por Domenico da Cortona y fue consagrada en 1637. Su fachada es de estilo renancentista, y en su interior predomina el estilo gótico con unas dimensiones que se asemejan más a las de una catedral. En su interior nos llamó la atención las bellísimas y policromadas vidrieras que adornan sus altos muros y que dan algo de luz a un interior más bien lúgubre.
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Vidriera en el interior de la Iglesia de Saint Eustache |
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Escaparate en el barrio de les Halles |
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Paseando por la rue Montorgueil |
Caminamos por el corazón del barrio, nos asomamos a la rue Montorgueil que ofrece una típica estampa parisina, caminamos hacia el
Centro Pompidou, conocido también como el Beaubourg. Cuando se inauguró en 1977 fue el lugar más vanguardista e innovador de París rompiendo radicalmente con el entorno y provocando una gran controversia, a partir de ese momento pasó a ocupar el lugar donde se encontraba situado el mercado central de les Halles. Alberga una de las mejores colecciones de arte moderno y contemporáneo del mundo. Su fachada recuerda a una fábrica, tubos, conductos de aire, escaleras mecánicas pintadas con vivos colores, arte en estado puro que te puede gustar o no...El edificio está dividido en seis plantas, nuestra visita coincidió con una exposición temporal del genio español y máximo exponente del surrealismo, Salvador Dalí.
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Fachada del Centro Pompidou |
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Nuestra visita coincidió con una exposición temporal de Salvador Dalí |
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Exterior con almenas del Hôtel de Soubise |
Paseamos por la rue Rambuteau, una de las calles comerciales por excelencia de París camino del
barrio le Marais, su nombre viene porque antes era una zona pantanosa "marais" ciénaga en frances, fue a partir del siglo XIV cuando gracias a su proximidad al Louvre empezó la transformación del barrio. En el siglo XVII tuvo su apogeo con la construcción del Palais Royale, lo que provocó que las clases más pudientes parisinas fueran a vivir a le Marais , así fue como en el barrio empezaron a construirse palacios y mansiones señoriales, las denominadas hôtel. Hoy en día es un barrio dinámico con lujosas y cuidadas tiendas, restaurantes, cafés de diseño y museos situados en las antiguas mansiones.
Uno de las mansiones más bonitas es el
Hôtel de Soubise, construído por los príncipes de Soubise, parte de su fachada conserva el carácter defensivo de antaño flanqueada por almenas. Entramos en el patio central donde se alza la bella fachada principal y los jardines afrancesados, todo ello al más puro estilo palaciego. Su interior es uno de los máximos exponentes del rococó europeo.
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Fachada principal y jardines afrancesados del Hôtel de Soubise |
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Escaparate de zapatillas de ballet en el barrio le Marais |
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Librería del Templo en la rue des Rosiers |
Caminando por el barrio llegamos a la rue des Rosiers, el nombre viene por los rosales que crecían junto a la antigua muralla, es el epicentro del
barrio judío. Los judíos se establecieron en el barrio durante los siglos XIII y XIX, en nuestro paseo por el barrio nos encontramos con algún judío ortodoxo, con su peculiar "look " y vestimenta, que nos recordó el viaje a Jerusalem, años atrás. Callejeamos en busca de los pocos vestigios que quedan de su carácter pintoresco, algún restaurante kosher, sinagogas y librerías que conservan los letreros en hebreo y la estrella de David, el símbolo de los judíos por antonomasia.
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Sinagoga en el barrio judío |
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Detalle de una puerta paseando por el barrio de les Marais |
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Uno de los lujosos salones del Museo Carnavalet |
Nuestra siguiente parada en el quartier de le Marais fue el
Museo Carnavalet, dedicado a la historia de París, dos mansiones adyacentes, el hôtel Carnavalet y el hôtel le Peletier conforman el inmenso museo. Recorrimos algunas de sus interesantes estancias, que conservan mobiliario, pinturas y elementos decorativos de época. Merece la pena su visita, aunque no tuvimos tiempo suficiente para explorarlo como nos hubiese gustado, además con el aliciente de que la entrada al museo es gratuíta.
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Arpa de época en el museo |
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La Plaza des Vosgues en el corazón del barrio de le Marais |
En la
Plaza des Vosges palpita el corazón del barrio de le Marais, la bellísima plaza, para nosotros la más hermosa de París, lucía en todo su esplendor con un sol que por momentos nos hizo olvidar el mal tiempo que estábamos soportando esos días en París. Está considerada la primera plaza que se edificó en París, fue mandada construir en 1609 por Enrique IV y tras más de cuatrocientos años se mantiene casi intacta, caracterizada por su simetría, treinta y séis casas, nueve a cada lado de la plaza, con la misma altura y materiales empleados en su construcción, caracterizadas por sus arcadas en la planta baja y sus tejados de pizarra y abuhardillados.
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La Plaza des Vosgues, la primera plaza que se construyó en París |
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Plaza des Vosgues, después de más de cuatrocientos años ha sabido conservar su simetría |
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Carrusel en la Plaza del Hôtel de Ville |
Deambulamos por la rue de Rivoli, hasta el
Hôtel de Ville, actual sede del Ayuntamiento parisino, es una reconstrucción de la antigua mansión que fue víctima del incendio de 1871 por parte de un grupo de comuneros. La fachada renacentista es espectacular, rematada por torreones y adornada con estatuas de figuras ilustres de la historia de París. Nos quedamos con las ganas de visitar su lujoso interior, íbamos decididos a entrar en el edificio, pero personal de seguridad nos informó de que en esos momentos no podiámos pasar por la celebración de algún evento privado en su interior. Enfrente del Ayuntamiento se encuentra la Plaza testigo de tantas celebraciones y acontecimientos trágicos, aquí se utilizó la guillotina por primera vez...hoy en día un carrusel de época y una pista de patinaje de hielo habilitada en invierno, dan vida y ambiente a la histórica plaza.
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El Hôtel de Ville con la pista de patinaje de hielo |
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La Conciergerie que se asoma al río Sena |
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Detalle del pórtico central, el Juicio Final |
Tras la visita al Hôtel de Ville nos dirigimos a la île de la cité con la intención de visitar el interior de
Notre Dame, pero debido a las celebraciones del 850 aniversario, la Catedral se encontraba cerrada al público, así que nos tuvimos que conformar con visitarla por fuera ante la multitud de fieles que se agolpaban en los alrededores celebrando la efeméride. Obra maestra del gótico, de la que no nos cansamos de admirar una y otra vez su magnífica fachada occidental en la que destacan los tres grandes portales, el central que representa el Juicio Final y los laterales dedicados a la Virgen María y a Santa Ana. Por encima de los portales una galería de estatuas de los 28 reyes de Judea y sobre el portal central el bello rosetón de 10 metros de diámetro. Sobre el rosetón descansa una hilera de columnas y encima de ellas las famosas gárgolas de la Catedral, con sus figuras demoniácas tantas veces fotografiadas. Completa la fachada occidental las dos torres con campanario.
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Notre Dame, obra maestra del gótico |
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El río Sena con Notre Dame de testigo |
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Bouillon Racine |
Camino del barrio de Saint Germain des Pres y gracias a las recomendaciones de una seguidora del blog, nos detuvimos en uno de los de las cafés art noveau que más nos gustó de París,
Bouillon Racine, en la calle Racine 3. Inaugurado en 1906, su interior reproduce las características de un café de la belle époque de principios del siglo XX, elementos florales, espejos, bellas vidrieras e imágenes de figuras femeninas decoran sus paredes. La visita al café es curiosa, merece la pena, además aprovechamos el bullicio de la celebración de una boda para no perdernos detalle de su interior.
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Decoración floral, espejos y fotos en la decoración art decó |
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Bouillon Racine, de la belle époque francesa |
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Café de Flore |
Finalizamos el día paseando por el quartier
Saint Germain des Près, recorrimos el bulevar de Saint Germain, poblado de numerosas tiendas de moda, librerías que resisten el paso del tiempo, cines, restaurantes, cafés y galerías de arte que animan el paseo por el bulevar. Nuestra primera parada fue en la
Iglesia de St. Germain des Près, antigua abadía benedictina, fue clausurada con la Revolución Francesa, hoy sólo subsiste la Iglesia y una de las tres torres originales con campanario.
Completamos la visita al barrio, visitando dos cafés memorables, antaño lugares de reunión de animadas tertulias, uno de ellos, el
café les Deux Magots, en su interior las figuras de madera de dos mercaderes chinos situadas en lo alto de uno de los pilares adornan y dan nombre al establecimiento y otro café reseñable es el
café de Flore diseñado en estilo art decó, con asientos rojos y espejos que recuerdan épocas pasadas de la belle époque. Durante la visita del quartier el tiempo empezó a empeorar repentinamente, la lluvia abundante que por momentos se convirtió en nieve, hizo que decidiésemos regresar al hotel.
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Café les Deux Magots |
Que bonito paríssss ... caminar por tus barrios, calles empedradas, ... pedacitos de historia, leyendas, música, ... color ...
ResponderEliminarGran entrada!, un saludo.!
Gracias, Alfonso.
EliminarQué bien defines París.
Saludos.
muy buena entrada de una ciudad que aun se me resiste
ResponderEliminarla verdad es que debe ser fascinante
un abrazo
Gracias, Bleid.
EliminarParís es una ciudad que merece mucho la pena.
Un abrazo.
Cuántos rincones de París nos quedaron sin visitar!! La excusa perfecta para volver, la Place des Vosgues es impresionante, me encanta!!
ResponderEliminarArtabria, la Plaza des Vosgues es preciosa, conserva casi intacta la estructura de hace más de cuatrocientos años.
EliminarSaludos.
Nosotros estamos preparando una entrada de nuestro pequeño recorrido por París.
ResponderEliminarCuando puedas pásate por nuestro blog http://misviajesysensaciones.blogspot.com.es, tienes una sorpresa en forma de premio.
Un saludo Belén y Ramón
Muchas gracias, chicos.
EliminarMe paso por el blog.
Saludos.
Que bien explicas las historias!!
ResponderEliminarMuy bonitas las fotos tambien,Victor.
Un abrazo.
Ana
Ana, muchas gracias por tus palabras !!
EliminarUn abrazo.
Qué maravillosa es París; yo también estoy enamorada de la Plaza de los Vosgos, la primera vez que la vi me quedé alucinada, que preciosa y los cafés art noveau son mi perdición, me encantan. En fin, me ha encantado la entrada, voy a tener que volver a París a ver si me pilla esos cielos, que yo las dos veces he tenido mal tiempo. Un saludo!
ResponderEliminarCaliope, París es una ciudad hermosa, la Plaza des Vosgues, los cafés art noveau...
EliminarNo te creas que tuvimos buen tiempo, aunque no se vea en las fotos nos llovió bastante.
Saludos.
Qué preciosidad de post. Además, buena parte de las cosas sobre las que has hablado (especialmente de la primera mitad del artículo) no las conocíamos... ¡Hay que volver a París!
ResponderEliminarChicos, muchas gracias por vuestras palabras.
EliminarSí, hay que volver a París !!
Un abrazo,
Hola Victor!
ResponderEliminarSi que os dísteis buena pateada, que de lugares conocísteis.
El café Bouillon Racine me ha encantado.
Saludos!
Hola Iciar,
EliminarGracias por tu comentario.
El café Bouillon Racine nos gustó mucho, con la decoración art noveau.
Saludos.
Desde luego, está claro que los restaurantes y cafés de París merecen un punto aparte. Son preciosos.
ResponderEliminarY veo que muchos acabamos con la misma sensación después de leer tu post, ¡hay que volver!
¡Un saludo chicos!
Helena, los cafés, restaurantes, tiendas... están cuidados al detalle, con un toque parisino de elegancia.
EliminarSaludos.
París es maravilloso. Guardo este post como oro en paño, pues apuesto mi cabeza a que regreso en breve.
ResponderEliminarPor cierto, la foto del río Sena con Notre Dam al fondo es fantástica.
Un abrazo.
Gracias, Antonio.
EliminarMe alegra que el post te sirva de ayuda.
Un abrazo.
Volveremos a visitar Paris y estos post son de una gran ayuda.
ResponderEliminarEnhorabuena chicos:
Un abrazo
http://siemprejuntosporelmundo.blogspot.com.es
Gracias, chicos !!
EliminarHay que regresar a París, está claro.
Un abrazo.
Una de las cosas que me quedó pendiente (entre muchas más) en mi visita a París: visitar el interior de Notre Dame. Hay que volver...
ResponderEliminarSaludos!
Gloria, en esta ocasión yo también me quedé con las ganas de visitar el interior de Notre Dame, pero al estar celebrando el aniversario de la Catedral no fue posible. Hay que volver...
EliminarSaludos.
Buf, genial entrada! Le Marais es mi barrio preferido de París y me habéis llevado de vuelta. Por cierto, no conocía ese café art nouveau, así que a la lista va! En mayo pasaré por París de camino a una boda en Normandía... si tengo un momento me escaparé! ;)
ResponderEliminarMadaboutravel, el barrio le Marais es uno de los más bonitos de París.Visitamos el café art noveau Bouillon Racine gracias a los consejos de una seguidora del blog, su interior merece la pena.
EliminarSaludos.
Preciosas alguna de las decoraciones de las puertas y tiendas del Barrio de Marais aunque cualquier detalle en la ciudad de la luz es precioso, creo que todos los barrios tienen un encanto especial!!! Un abrazo!!! ;-)
ResponderEliminarBabyboom, las fachadas de los edificios señoriales, de los palacios, la decoración de las tiendas,...todas ellas tienen detalles que no pasan desapercibidos y merece la pena detenerse para contemplarlos con tranquilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me habéis llevado de vuelta a París con este post y con las fotos. Me encanta el Marais y recuerdo que me gustó mucho el Museo Carnavalet. Debería volver pronto a París.
ResponderEliminarSaludos
Elena, gracias por tu comentario y por pasarte por El mundo a tus pies.
EliminarEl barrio le Marais es uno de las más bonitos de París. Elena, yo también guardo muy buen recuerdo del Museo Carnavalet, me gustó mucho.
Saludos.
El barrio de Le Marais es mi barrio pendiente. Ya lo tengo en la lista para cuando vuelva porque prácticamente no vi nada de allí... De los que hay aquí, quizás el de Saint Germain es el que más me guste, aunque no me volveré a tomar un cafe en alguno de sus sitios... Uno solo (pequeño) 4,5€!!!
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