La Calle Nerudova, en el corazón del barrio de Malá Strana, formaba parte del camino real que realizaban los reyes y su séquito el día de la coronación por lo que muchas de las casas pertenecían a las altas esferas de la sociedad y artesanos de alto nivel que se preocupaban por la decoración de sus fachadas. Hasta finales del siglo XVIII las calles carecían de numeración, por lo que para poder distinguirlas cada casa tenía en su fachada un distintivo o enseña que permitía identificarlas, así los artesanos habitualmente utilizaban un objeto que les identificaba con su actividad, tres violines, una llave dorada...
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Interior barroco de la Iglesia de Santo Tomás |
Amanecía un nuevo día gris y frío en Praga, por lo que otra vez nos quedemos con las ganas de ir caminando hasta el centro, el tranvía 18 nos iba a acercar a otra de las zonas imprescindibles en Praga, el
barrio de Malá Strana "el barrio pequeño", el corazón barroco de la ciudad. Tras los incendios que asolaron al barrio por las guerras husitas de 1419 y el Gran Incendio de 1514 las casas de madera dieron paso a palacios renacentistas construídos por artistas italianos. Posteriormente, en los siglos XVII y XVIII el barrio fue reconstruído en estilo barroco que aún perdura hoy en día. El tranvía hace un bello recorrido por la ribera del río Moldava y atraviesa uno de los más bellos puentes de la ciudad el Manesuv, dejándonos en la otra orilla del río. Nos bajamos en la parada de Malostranska, paseando bajo el intenso frío por las calles Letenska y Tomansska camino de la plaza principal del barrio, Malostranske namesti, mientras admirábamos la arquitectura de sus edificios barrocos nos detuvimos en la pequeña
Iglesia de Santo Tomás, el templo aunque originariamente fue construído en estilo gótico, su aspecto actual es barroco debido al arquitecto Kilian Dientzenhofer que se encargó de reformarlo. En su interior nos llamó la atención por su realismo dos sepulcros de cristal en el que se podía ver perfectamente el esqueleto y la vestimenta del difunto.
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Sepulcro de cristal |
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Reloj solar en uno de los edificios de la Plaza Malostranske |
Y así llegamos a
Malostranske namesti, la principal plaza de Malá Strana, antiguo lugar de reunión por la presencia de un importante mercado. La plaza está dividida en dos partes, la baja y la alta, en ésta se encuentra su principal monumento, la
Iglesia de San Nicolás, que es además el que divide la plaza. El templo fue fundado en el siglo XIII y está considerada una de las obras maestras del barroco europeo, con la peculiaridad de que fue construída por tres generaciones de la misma familia, Kristof Dientzenhofer inició las obras, las continuó su hijo Kilian y las concluyó en 1755 Anselmo Lurago. En su exterior destaca su enorme cúpula de color verde de 70 metros de altura que domina el cielo de Malá Strana.
La amplia Plaza está rodeada de edificios históricos y en centro una columna de la peste, que conmemora el fin de la epidemia de la peste a principios del siglo XVIII.
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La Plaza Malostranske con la cúpula y la torre de la Iglesia de San Nicolás al fondo |
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Malostranske namesti con la columna de la peste en el centro y rodeada de edificios históricos |
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La calle Nerudova |
Luego, nos adentramos en la calle más hermosa de Malá Strana,
Nerudova que debe su nombre al poeta checo Jan Neruda que vivió en el número 47, la Casa de los dos soles de oro. La empinada calle adoquinada está jalonada de palacios barrocos que actualmente albergan embajadas de diversos países europeos, curiosas tiendas de marionetas, cafés donde degustar la deliciosa repostería checa y el vino caliente, para entrar en calor y sobre todo los señoriales edificios con las enseñas en las sus fachadas. Hasta el año 1770 las calles no estaban numeradas, así que para poder localizarlas cada casa tenía en su fachada un distintivo que permitía identificarlas. En el número 12 tres violines que identifican la tienda de un conocido luthier de la ciudad. En el número 20 de la calle destaca el Palacio barroco Thun Hohenstein con dos águilas en su fachada a modo de atlante. En el 27 de Nerudova la llave de oro que simboliza la tienda de un orfebre.
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La casa de los dos soles de oro, donde vivió Jan Neruda |
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Fachada con las dos águilas a modo de atlante |
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Tienda de marionetas en Nerudova |
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Cambio de guardia en el Castillo |
Tras subir una nueva cuesta llegamos al enorme complejo del
Castillo, situado en la colina de Hradcany, más que el típico castillo medieval es una miniciudad con una sucesión de patios, callejuelas, pasajes con iglesias, palacios, conventos, museos y por encima de todos ellos la joya del Castillo, la Catedral de San Vito. A lo largo de los siglos el Castillo ha sufrido incendios, varias reformas y el resultado ha sido un compendio de estilos, a pesar de los intentos del arquitecto de la corte Niccolo Pacassi durante el siglo XVIII de dar homogenidad al conjunto mediante el estilo barroco.
Iniciamos la visita en el primer patio, el acceso está enmarcado por una monumental verja del siglo XVIII con el símbolo de María Teresa y sobre los dos pilares descansan las estatuas de dos moros con garrote y puñal en sus manos para proteger el Castilllo. En el primer patio se lleva a cabo todos los días a las 12 de la mañana el cambio de guardia e intercambio de banderas, desde las ventanas del salón plecnik la banda militar toca sus trompetas durante la ceremonia. La ceremonia es prescindible y además es larga. por lo que al estar sin movernos un buen rato hizo que nos quedásemos casi congelados.
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El primer patio con la verja monumental del siglo XVIII, sobre los pilares descansan las estatuas de dos moros |
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Puerta de entrada de la Catedral |
Accedimos al segundo patio atravesando la Puerta Matías edificada durante el reinado del emperador Matías en 1614 y construída en estilo barroco. Rodeada de edificios del siglo XVIII también de estilo barroco se encuentra la
antigua capilla de la Santa Cruz de 1763 y la fuente de Kohl, que debe su nombre a su autor Hieronymus Kohl quién la construyó en 1686 siendo una de las más antiguas de la ciudad, tenía la función de abastecer de agua a los habitantes del castillo.
El tercer patio está presidido por la imponente
Catedral gótica de San Vito, su construcción que se prolongó varios siglos comenzó en 1344 por Carlos IV que colocó la primera piedra en el lugar donde se levantaba una rotonda románica del siglo X. Fue a mediados del siglo XIX cuando se dio el impulso definitivo para finalizar su construcción y por fin en 1929 fue consagrada. En su interior lo que más nos gustó fueron las vidrieras de vivos colores, alguna de ellas del artista Alfons Mucha.
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La Catedral gótica de San Vito |
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Vidrieras de vivos colores en el interior de la Catedral |
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Convento y Basílica de San Jorge |
Situado también en el tercer patio, se encuentra otro de los edificios destacados del castillo,
el antiguo Palacio Real, edificado en el siglo XII y residencia de los reyes de Bohemia entre los siglos XIII y XVI. En su interior es digno de visitar la sala Vladislav, con una bóveda nervada en contraste con la enorme sala de muros macizos. Antaño en la sala se celebraban banquetes o incluso torneos de caballería.
Detrás de la Catedral se levanta el
Convento y la Basílica de San Jorge con su característica fachada de color rojo y sus dos torres blancas. El interior de la basílica es una de las obras románicas más bellas del país, destaca por su simplicidad y austeridad y conserva dentro de sus muros una importante colección de arte.
Callejeamos por los alrededores del Castillo en busca del
Callejón del Oro, que esconde leyendas sobre magos y alquimistas que buscaban la piedra filosofal. Pero, la realidad es otra los orígenes de las casas se remontan a 1597 cuando el emperador Rodolfo II mandó construir casitas de pequeño tamaño debido a que el espacio era muy reducido para que viviesen los guardias que protegían el Castillo y las familias de estos. Después de que los Habsburgo abandonasen el Castillo los habitantes más pobres ocuparon las casas. Fue a principios del siglo XX cuando se mudaron a la callejuela en busca de inspiración, artistas y escritores como Franz Kafka que curiosamente escribió una obra titulada El Castillo, que versa sobre la angustia del ciudadano ante el poder. Hoy en día es una estrecha callejuela con una hilera de diminutas casas de vivos colores que hacen las funciones de tiendas turísticas.
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Característica fachada de color rojo y las dos torres de color blanco |
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El ábside de la Basílica de San Jorge |
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Vistas de Praga desde el mirador del Castillo |
A la salida del Castillo, mientras escuchábamos las notas de un grupo de músicos locales que actuaban en la calle, nos detuvimos en el mirador para admirar la ciudad de Praga, "la ciudad de las cien torres" donde sobresalen las agujas góticas de la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, la torre del Reloj y la Iglesia de San Nicolás y todos ellos rodeados de edificios de gran belleza arquitectónica.
Regresamos al barrio de Malá Strana paseando nuevamente por la calle Nerudova donde hicimos un alto para disfrutar de su repostería, luego continuamos por Malostranské namesti, donde palpita el corazón del barrio hasta llegar a Karmelitska, una bella plaza rodeada de edificios barrocos y con un reloj en el centro mientras observábamos el devenir diario de los tranvías que atraviesan impasibles la plaza.
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Grupo de músicos locales en el Castillo |
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Karmelitska en el barrio de Malá Strana |
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El Muro de John Lennon en Malá Strana |
Nos perdimos callejeando por Malá Strana mientras buscábamos uno de los lugares más curiosos del barrio el
Muro de John Lennon, situado cerca de la Embajada francesa. En tiempos de la férrea dictadura comunista las canciones occidentales estaban prohibídas en el país, en especial las de John Lennon con sus letras predicando la libertad. Cuando fue asesinado en 1980 se convirtió en un mito para los jóvenes, comenzaron a aparecer en el muro pintadas con letras de sus canciones e imágenes del cantante como homenaje y también como desafío a las autoridades. Las pintadas eran borradas, pero a la noche siguiente aparecían nuevas inscripciones que reflejaban los anhelos de libertad de la juventud checa.
Y así nos despedimos de Malá Strana camino de uno de los iconos de Praga, el Puente Carlos, que nos llevaría a la Ciudad Vieja, pero eso ya será un nuevo relato.
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Junto al Muro de John Lennon |
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Caminando por Malá Strana, calle Lazenska |
Cada vez me está gustando mas Praga ^_^
ResponderEliminarGracias, Verónica !!
EliminarSaludos.
Praga ciudad del romanticismo, una maravilla a no olvidar, saludos
ResponderEliminarPilar, qué razón tienes, Praga ciudad del romanticismo...
EliminarSaludos.
Maravillosa Praga! Qué ganas le tengo, pero por lo que parece tiene muchísimo que ver, así que habrá que organizarlo todo muy bien para no perder detalle :-)
ResponderEliminarHola Artabria,
EliminarPraga tiene muchos alicientes, hay que organizar bien el planning para que no queda nada en el tintero.
Saludos.
Praga la conocimos alla por el año 2000 y es una de las fijas para volver, la estamos aplazando un poco pero seguro que caerá.
ResponderEliminarNo conocía el muro de John Lennon, otra razón para volver.
Saludos
Javier y Deborah
Hola chicos,
EliminarPraga es una de las ciudades que dan ganas de regresar para seguir descubriendo nuevos lugares.
Saludos.
Que bonito y que buenos recuerdos. Eso si, me parece que hacía menos frío de lo que me hizo a mi. Estamos publicando a la par, eh? Una pregunta, Victor, ¿que te parece si enlazo mi entrada con la tuya? Bueno ya me dices algo, por aquí o a mi correo callejeandoporelmundo@gmail.com
ResponderEliminarHola María,
EliminarSí que nos hizo mucho frío, ya ves que aquí en Asturias no estamos acostumbrados a esas temperaturas tan bajas.
María, los relatos que estás publicando sobre Praga y las fotos son muy buenas. Recomiendo a todos los amigos viajeros que os paséis por el blog de María http://callejeandoporelmundo.blogspot.com.es/
Saludos
Genial chicos! esta zona de la ciudad me encantó! Sin duda las vistas desde el mirador del castillo fueron de las que más me gustaron con todas las chimeneas de las casas activas y una bruma que rodeaba a toda la ciudad.
ResponderEliminarLo del muro de Lennon debo ser el único que no sabía de su existencia... A la próxima intentaré encontrarlo...
Un abrazo!!
Hola tocayo !!
EliminarLas vistas desde el mirador del Castillo son muy chulas. No te creas que estaba fácil encontrar el muro de John Lennon, vaya vueltas que dimos !!
Un fuerte abrazo.
Solo venimos a decir lo mismo que el resto de la gente: leyendo vuestros relatos, cada vez nos entran más ganas de ir a la ciudad :-)
ResponderEliminarChicos, gracias por vuestras palabras !!
EliminarSaludos.
Qué recuerdos... yo la conocí nevadísima, preciosa!! y el barrio de Mala Strana, sobre todo la parte más cercana al río y al puente de Carlos V, creo que fue lo que más me gustó :) Gracias por recordármelo con tu relato y fotos!!
ResponderEliminarAlicia, gracias por tu comentario.
EliminarEl puente de Carlos que se asoma al río Moldava, el callejear por Malá Strana...son lugares que siempre quedan en el recuerdo.
Saludos.
preciosa zona sin duda
ResponderEliminarrecomiendo pasear por el parque petrin que esta justo al lado , es impresionante
abrazos
Hola Bleid,
EliminarGracias por tu comentario.
El parque Petrin queda pendiente para una próxima visita a Praga, tomo buena nota.
Un abrazo.
Yo adoro Praga, es un lugar maravilloso...
ResponderEliminarMe encanta tu propuesta. Saludos desde http://yoadoroviajar.blogspot.com
Trini.
Gracias, Trini.
EliminarPraga es una ciudad hermosa, de las más bonitas de Europa.
Saludos.
Preciosa ciudad, es un destino que tenemos pendiente. Con tus bellas fotos y tus relatos nos entran ganas de ir a visitarla.
ResponderEliminarSaludos.
Hola cincuentones,
EliminarGracias por vuestro comentario.
Praga es una ciudad que merece mucho la pena, no os defraudará.
Saludos.
Mala Strana, me suena a Sabina....
ResponderEliminarSaludos viajeros
El LoBo BoBo
Paco, Malá Strana suena a canción de Joaquín Sabina...habrá que investigar, jeje...
EliminarSaludos
De Praga tenemos una bonita historia de una compañera, además de ser un destino que nos gusta especialmente. Nuestra firma en el muro de John Lennon, tazas y posters de Kafka... Una ciudad romántica donde las haya, de cuento con ese reloj de cuco en la plaza, restaurantes con las chimeneas encendidas en invierno, rica cerveza... Os pasaremos nuestro post cuando esté acabado! Este nos ha gustado mucho!
ResponderEliminarwww.terraconsultor.com
Gracias por vuestro comentario.
EliminarMe alegra que os haya gustado el post.
Saludos
Me encanta esa zona de Praga, y la Calle Nerudova me dejó alucinada, es una preciosidad. Yo tampoco conocía el muro de John Lennon, así que voy a tener que volver, jeje. Genial Victor, preciosas las fotos y estupenda la entrada.
ResponderEliminarGracias, Caliope !!
EliminarLa calle Nerudova es sin duda una de las más hermosas de Praga. El muro de John Lennon merece la pena, es muy curiosa la historia que esconde en su pared.
Saludos
Preciosa, preciosa!!! Y no la conozco!!!! Esto tengo que remediarlo porque me estás poniendo los dientes muy largos!. Enhorabuena por la entrada. Saludos
ResponderEliminarGracias, Fran.
EliminarNo tienes excusa, hay que ir a conocer Praga. No te decepcionará, a pesar de la masificación turística.
Saludos.
Yo tampoco conozco Praga pero la verdad que con las ganas que tenía y las ganas que me están dando tus relatos creo que tendré que mirar algún billete de avión para allá, jejejeje. Qué chula la tienda de marionetas y el muro de John Lennon, estos lugares callejeros que no te esperas son de los que más me gustan. Un abrazo!!! ;-)
ResponderEliminarHola Babyboom,
EliminarGracias por tu comentario.
Las tiendas de marionetas, los cafés donde degustar la repostería, los edificios señoriales con los distintivos en sus fachadas...son algunos de los alicientes de la calle Nerudova en el barrio de Malá Strana.
Un abrazo.
Víctor, genial todo lo que cuentas de Praga y si hay suerte me va a servir de mucho porque quizá haga pronto un viaje por allí, así que gracias.
ResponderEliminarUn saludo!!
Gracias, Gloria.
EliminarMe alegra que los posts te sirvan de ayuda. Cualquier duda que tengas, házmela saber.
Saludos.
Cada vez que leo uno de tus relatos de Praga entran unas ganas enormes de ir al fin a conocerla.
ResponderEliminarGracias nuevamente por seguir mostrándonos esta bella ciudad!!!
Abrazos.
Antonio, muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Hola Victor, que bonito Praga y que fotos, me entran unas ganas de ir a conocerlo.
ResponderEliminarYa tenemos página en Facebook https://www.facebook.com/MisViajesYSensaciones
Un saludo Ramón y Belén
Gracias, Belén y Ramón.
ResponderEliminarMe hago seguidor de tu página, ya.
Saludos.
Así que... ¿la ciudad de las cien torres? Con lo que me gustan a mí, con ese aire medieval, no veas las ganas que tengo de ir. ¿Cuántos días recomendarías pasar allí?
ResponderEliminar¡Ahora! Lo del sepulcrito de cristal tiene tela. Ni Tarantino...
Un saludo ;)