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Piazza del Gesú Nuovo |
Antes de dirigirnos al Vesubio, reanudamos la visita al centro histórico, en la
Piazza del Gesú Nuovo donde además de la Iglesia de Gesú Nuovo y el Palacio Sanseverino, que ya visitamos el primer día, se encuentra también la antigua
ciudadela de Chiara con la Iglesia y el monasterio. Están considerados las primeras construcciones religiosas de la ciudad. Construídos por orden de Roberto de Anju en 1310, la apariencia que tienen de fortaleza viene dada por el estilo gótico provenzal que se utilizó en su construcción. Visitamos primero la
Iglesia de Santa Chiara, con su característica fachada de color blanco y de estilo gótico. En su interior, lo que más nos llamó la atención fue su estructura, una gran nave con diez capillas a cada lado y el techo de madera, sin duda, es la iglesia que más nos gustó de Nápoles.
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Iglesia Santa Chiara |
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Claustro de las Clarisas |
Lo que es digno de visitar es el
Claustro de las Clarisas, situado a pocos metros de la Iglesia, obra de Antonio Domenico Vaccaro. La armonía perfecta se logró con la decoración de los sesenta y cuatro pilares octogonales con mayólicos, azulejos de cerámica sobre loza, que nos recordó a los azulejos típicos de Portugal. Para acceder al claustro hay que pagar una entrada de 5 euros.
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Decoración con mayólicos |
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Paseando por el centro histórico |
A continuación, nos adentramos en el corazón del
centro histórico de Nápoles, las bulliciosas
vías Benedetto Croce y San Biagio del Librai, en las que conviven las pintorescas casas de las que cuelgan infinidad de tendales con palacios decadentes que recuerdan épocas mejores, como el de
Diomede Carafa del siglo XV, que aún conserva la monumental puerta original. Infinidad de tiendas, muchas de ellas de adornos y figuras para belenes, la ciudad es conocida por su gran tradición belenistica. También, tiendas de máscaras de carnaval o de la omnipresente figura de la comedia napolitana Polichinela y entre ellas otras tiendas en las que te puedes comprar cosas tan dispares como una cafetera o ropa. Y cómo no, acompañados siempre en nuestro recorrido por las motos con variopintos personajes que circulan por las estrechas callejuelas...
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Puerta monumental de Diomede Carafa |
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Peculiar belén... |
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Volcán del Vesubio |
Para llegar al
Parque Nacional del Vesubio, cogimos la línea de tren del Circunvesubiano, 2,10 euros por trayecto, que en 20 minutos nos dejó en la estación de Ercolano. A pesar de que en la oficina de información túrística de Nápoles nos habían asegurado que existía transporte público hasta el volcán, lo cierto es que la parada del bus estaba ocupada por coches aparcados y éso ya nos hizo dudar de dicha información... así que la única opción que había era contratar a la salida de la estación de tren el transfer privado de la compañía Vesubio Express, que por 10 euros por persona te acercaban a la entrada del parque y te llevaban nuevamente a la estación, dejándote sólo una hora y treinta minutos para visitar el parque. En la oficina te dan la opción de sacar ya la entrada, pero si tienes carnet de estudiante, y te quieres ahorrar unos euros, entonces debes sacar la entrada en las taquilla del parque nacional.
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En un mirador subiendo al volcán |
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Menuda subidita !! |
Tras una espera de más de media hora, ya que perdimos la anterior furgoneta, al estar buscando el bus público, subimos al transfer en compañía de una pareja de argentinos y una chica rusa, que como es constumbre iba en plan autista. Tras veinte minutos de una conducción casi suicida, llegamos al aparcamiento del
parque nacional del Vesubio. Desde que nos dejó el conductor teníamos hora y media para visitar el Vesubio, pero antes nos esperaba una subida que se hizo dura, con un intenso sol y calor abrasador. Al principio, caminamos tranquilamente, mientras nos íbamos parando en los miradores, donde observábamos la ciudad de Nápoles, que se veía envuelta en bruma. La subida hasta el cráter, la verdad que no es nada bonita, apenas hay vegetación, sólo un paisaje lunar de piedras volcánicas.
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Vista de Nápoles al fondo |
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Paisaje lunar |
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El cráter del volcán |
Tras media hora de empinadas cuestas llegamos hasta la base del
cráter del Volcán del Vesubio, la caldera es inmensa, a los lados del volcán pudimos observar pequeñas humaredas, aunque en mucha menor medida que las que habíamos disfrutado en
Sulphur Springs de Santa Lucía. No nos pasó desapercibido las huellas en el cráter de las diferentes erupciones que sucedieron en otras épocas. No nos pudimos quedar más tiempo, la hora y media se hizo insuficiente para disfrutar del volcán en tranquilidad y tuvimos que bajar rápidamente, con el riesgo que ello conlleva, para pode coger la furgoneta a tiempo.
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Huellas en la enorme caldera |
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Vía Toledo |
Ya de vuelta en Nápoles, al atardecer paseamos por una de las calles más bulliciosas de la ciudad, la
Vía Toledo, es la vía principal de la ciudad, eje peatonal y comercial. Se caracteriza por su limpieza e iluminación, en contraste con las demás zonas de la ciudad. En vía Toledo se concentran numerosas tiendas de diseño, palacios y cafeterías. Es uno de los lugares de paseo preferidos por los napolitanos. La calle debe su nombre a Pedro Toledo, virrey español que en el siglo XVI la mandó construir dentro de un ambicioso programa de desarrrollo urbanístico de la ciudad, para ello tuvieron que derribarse barrios enteros. En el recorrido visitamos la lujosa
Galería Umberto I de 1890, galería comercial de acero y cristal, que nos recordó a la
Galería Vittorio Emanuele de Milán.
Al final de la vía Toledo, se encuentra la coqueta plaza de
Trento e Trieste, que junto al Teatro San Carlo, alberga uno de los cafés más lujosos y con más solera de la ciudad, el
Caffé Gambrinus, lugar de encuentro de intelectuales.
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Galería Umberto I |
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Caffé Gambrinus |
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Castel dell Ovo |
Tras atravesar la Piazza del Plebiscito llegamos a una de las zonas más bonitas de la ciudad,
el Puerto, donde comienza el barrio de Chiaia, con lujosos hoteles y bellas mansiones. Dimos un agradable paseo refrescándonos con la brisa marina, en un ambiente tranquilo y acogedor. Caminamos paralelos al
Castel dell Ovo, situado en un pequeño islote ha dominado durante siglos el litoral napolitano. El castillo fue construído en el siglo XII, durante la época normanda. Y así acabamos el día en la Piazza Vittoria, repleta de terrazas, donde los napolitanos disfrutaban de la calurosa noche.
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El puerto con el castillo al fondo |
Qué intenso paseo por Nápoles! Y justo frente a la Galería Umberto I, el Real Teatro de San Carlo, la ópera más antigua del mundo, más, incluso, que la Scala de Milán (manteniendo vuestro paralelismo!). Un abrazo
ResponderEliminarBienvenido a El mundo a tus pies !!
EliminarDurante los días que pasamos en Nápoles, nos pateamos bien la ciudad, la bella Galería Umberto I, el Teatro San Carlo, uno de los iconos de la ciudad...
Un abrazo.
Me alegro de que a un chicarrón del norte como tú la subida al Vesubio le pareciera durilla, porque ya pensaba que yo estaba acabada... aunque he de confesar a mí me adelantaban abuelillas de unos 60 - 70 años, jejeje Vamos! Que mi madre tiene mejor estado de forma que yo!
ResponderEliminarUn día perfecto, una pena que fuerais con el tiempo tan ajustado, pero evidentemente los horarios mandan.
Un saludo ;)
Hola Helena,
EliminarGracias por tu comentario.
No te creas que la subida al cráter con el sol y el calorazo se hizo dura. Lástima que dependiésemos de los horarios, de otra forma lo hubiésemos hecho con más tranquilidad, recreándonos...
Saludos.
Qué pena que no pudieras disfrutar del parque por más tiempo y encima después de subir la cuesta bajo el sol abrasador!!! La verdad que tiene que ser impresionante aunque cuando vaya intentaré escoger mejor época otoñal o invernal, jejejeje. Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarHola Babyboom,
EliminarGracias por tu comentario.
Lo malo de hacer la subida con una compañía era que te limitaba mucho los horarios, pero no había otra opción, el bus público estaba missing...
Un abrazo.
Tiene que ser impresionante ver de cerca la boca del volcán, por lo que seguro que merece la pena la subida por muy dura que sea... Habrá que tener en cuenta lo de ir en alguna época con temperaturas más suaves.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Carmen,
EliminarEl cráter del Vesubio estaba chulo, pero si todo va bien, en unos días veremos volcanes mejores...
Un abrazo.
Qué rollo eso de los horarios, pero bueno, al menos subísteis. La subida parece intensa, y con calor se debe llevar peor, subiré en cualquier época que haga calor, jeje. Es cierto que la galería recuerda mucho a la milanesa. Muy chulo el puerto con el castillo de fondo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Caliope,
EliminarGracias por tu comentario.
La Galería Umberto I nos recordó mucho a la Galería Vittorio Emanuele de Milán, aunque no tenga la fama de esta última. La zona del puerto era realmente bonita y tranquila.
Un abrazo.
Nápoles parece que promete y ver el volcán tiene que ser una experiencia única. Me encantaron las galerías y también me recordaron a las de Milán, que som impresionantes :-)
ResponderEliminarHola Artabria,
EliminarGracias por tu comentario.
Nápoles, el Vesubio, Pompeya y la costa amalfitana son destinos que están muy bien para hacer una escapada de cuatro o cinco días.
Saludos.
Muy bonito el volcán y las vistas desde arriba.Jajajaja ,que gracia me ha hecho lo de la rusa autista!!.La limpieza de Via Toledo contrasta totalmente con el resto de las calles napolitanas ,¿verdad?.
ResponderEliminarHola Pury,
EliminarGracias por tu comentario.
La chica rusa iba un poco a su bola, pero bueno en parte es por el problema del idioma...
Como bien dices, la vía Toledo estaba muy limpia e iluminada de noche en contraste con el resto de la ciudad.
Un abrazo.
Hola Victor..estuvimos una semanita en Lanzarote...lo pasamos muy bien tambien .
ResponderEliminarComo siempre os digo ,muy bonitas fotos y muy explicado todo.
Un besin!!
Hola Ana !!
EliminarGracias por tu comentario y tus palabras.
Ana, me alegra un montón que los hayáis pasado también en Lanzarote.
Un besín.
Hola Victor!, no paras tío ... :)
ResponderEliminarNapoles no me gustó, la verdad ... me pareció feo ... y además en agosto pasé un calor de muerte!! ... Respecto al Vesubio ... cuando subí ... me quedé un poco ... defraudado, comparándolo con cráteres como los de Canarias, ... etc. ... eso sí, ... estar arriba penando en la historia que éste volcán ha escrito es algo que pone los pelos de punta!.
Un saludo y hasta pronto!.
Hola Alfonso,
EliminarGracias por tu comentario.
Nápoles es lo que tiene, o lo odias o te enamora...
El volcán del Vesubio, como bien dices es por la historia que tiene detrás.
Saludos.
Un viaje estupendamente redactado, como siempre nos ofrecéis.
ResponderEliminarAhora ya estaréis en Indonesia, feliz viaje y ya os leo a la vuelta.
Saludos. Cati.
Cati, muchas gracias por tus palabras y tus deseos.
ResponderEliminarSaludos desde Indonesia.