Por fin llegó el viernes y nos espera Atenas !! Después de una pequeña espera en el aeropuerto de Barajas, tomamos el avión que nos llevó en poco más de tres horas hasta el aeropuerto internacional de Eleftherios Venizelos. Nada más aterrizar, hubo que adelantar una hora el reloj. Para llegar al centro de Atenas, teníamos la opción de coger el bus E95 o bien el metro, nos decidimos por este última opción y en 50 minutos nos acercó hasta la plaza de Omonia después de haber hecho un transbordo en Syntagma. El metro, el viernes y el sábado funciona hasta las 2 de la mañana, el resto de la semana hasta las 23 :30. El precio desde el aeropuerto es de 8 euros por persona, pero si sacas un billete para dos te descuentan un euro por persona.
A la mañana siguiente después de desayunar, empezamos la visita a Atenas. Ciudad cargada de historia y que a cada paso puedes encontrarte con restos arqueológicos que te trasladan a miles de años atrás...
Nos encaminamos por la calle Athinas, donde está situado el Mercado Central, que a esas horas de la mañana se hacía imposible transitar por él, aquí te puedes encontrar todo tipo de productos básicos, carnes, pescados...y por cierto, a un precio sensiblemente inferior a España.
El mercado estaba abarrotado |
Interior de la iglesia |
Seguimos caminando por la calle Athinas donde nos encontramos con una pequeña joya, la Iglesia Domenika, fue una de las iglesias que más nos gustaría y que está fuera del recorrido turístico porque no viene en las guías, nos recordó mucho a las iglesias ortodoxas de Tierra Santa, Jerusalem.
Llegamos a la calle Ermou y entramos en Plaka, barrio tradicional ateniense, lleno de tiendas, cafés, tabernas y caracterizado por el entramado de sus calles estrechas. Nuestra primera visita fue la Iglesia Kapinkarea, sita en la plaza del mismo nombre, del siglo XI, es uno de los ejemplos más importantes de arquitectura bizantina. Nos llamó la atención la belleza de la iglesia en contraste con la ubicación de la misma, en una plaza rodeada de edificios modernos y alguno de ellos estéticamente feos, ésto sería una costante en las visitas siguientes.
Después, continuamos nuestro paseo por la calle Mitopoleos y llegamos a la plaza de la Catedral, donde se sitúa la Mitropoli, del siglo XIX, el edificio estaba llena de andamios tanto en su fachada como en su interior, por lo que apenas pudimos visitarla.
Detalle de la cúpula |
A lado de la Catedral, se encuentra otra de las joyas atenienses, la Mitrópolis Pequeña, iglesia medieval del siglo XII, su interior está decorado con fragmentos de obras clásicas y bizantinas de los siglos VI y VII.
Transitando por la calle Eolou, pudimos contemplar al fondo en lo más alto, unas bonitas vistas de la Acrópolis y de la Torre de los Vientos a la entrada del Ágora Romana.
De camino a Monastiraki visitamos la Biblioteca de Adriano, fue encargada por el emperador hacia el año 132, siendo el mayor edificio público de su época. Formaba parte de un extenso patio rodeado por cien columnas con un estanque hasta que en el siglo VI se construyó una basílica cristiana.
La Mitrópolis pequeña |
Tienda religiosa en la calle Andrianou |
Nos encaminamos después al corazón del barrio de Plaka, con la esperanza de encontrar un mayor bullicio y para ello nos fuimos hasta la calle Andrianou, pero nos encontramos con la misma situación, la calle semidesierta y las tiendas semivacías, por lo que decidimos dar la vuelta en dirección a Monastiraki.
¿ Dónde está la gente ? |
Transitando por la calle Eolou, pudimos contemplar al fondo en lo más alto, unas bonitas vistas de la Acrópolis y de la Torre de los Vientos a la entrada del Ágora Romana.
Ali en la calle Eolou |
Restos romanos de la Biblioteca de Adriano |
Muy cerca de la Biblioteca de Adriano, se encuentra el Ágora Romana, plaza rodeada de pórticos donde había comercios. A la entrada del recinto está la Torre de los Vientos, data del siglo I a.C., construcción de mármol de planta octogonal, realizada por el astrónomo Andrónico de Cirro. Cada una de sus ocho caras está decorada con figuras en relieve que representan a las direcciones de los vientos. Fue utilizada también como iglesia en la época bizantina.
El segundo resto más importante del Ágora Romana es la Puerta Atenea Arquegetis, fue dedicada por la gente de Atenas a su patrona Atenea Arquegetis, se construyó en el año 11 a. C. con las donaciones de Julio César y Augusto. Hoy sólo se conservan cuatro columnas dóricas sobre las que reposa un frontón.
Posteriormente y cubiertas nuestras necesidades de empaparnos de datos y contemplar restos arqueológicos de la historia de Atenas, dimos un agradable paseo por las calles Andrianou y Ermou que en aquellos momentos se encontraban más animadas, con gente en las terrazas de los numerosos cafés que bordean el Ágora Griega, la visita de esta última la dejaríamos para el día siguiente.
Desde la calle Andrianou, se pueden ver unas buenas vistas de la Acrópolis mientras se toma un delicioso café en las numerosas terrazas. Nos llamó la atención la constumbre ateniense de tomar como consumición, un café en sus distintas variedades a cualquier hora del día y de lo más típico tomarse un café glacé . Nosotros nos atrevimos hasta con el café griego, es un cafe con un molido especial para después poder hacerlo sin filtro.
Nos acercamos después hasta la Plaza de Monastiraki, en su día fue el antiguo barrio turco. En la plaza destacan la Iglesia de Pantanassa, de estilo bizantino del siglo X y la antigua Mezquita del Bazar de 1759 y que hoy alberga el Museo de Cerámica Popular Griega. Muy bulliciosa y con un ambiente "alternativo", pero lo que más nos llamó la atención fue un grupo de jóvenes repartiendo folletos a favor de una rebelión cívica, consistente en no pagar en los transportes públicos...
El siguiente paso fue ir en busca del barrio de Anafiotika, situado al pie de la Acrópolis. No es fácil encontrarlo, pero subiendo por la calle Thespidos, tienes que girar a la derecha y caminar unos metros para llegar a él. Anafiotika es un conjunto de casas encaladas situadas en la falda de la colina que sube a la acrópolis, de un solo piso, pintadas con colores blancos y azules. Fueron realizadas en el siglo XIX por trabajadores venidos de la isla de Anafi, en las Cícladas. Nos sentimos por un instante como trasladados a las islas griegas.
Desde el barrio de Anafiotika disfrutamos de unas excelentes vistas de la ciudad de Atenas y de la Colina Likavitos, con la bella capilla que la preside en lo alto de su cima . Era otra de nuestras próximas escalas en nuestro itinerario por la ciudad y que teníamos previsto visitar el lunes.
Desde lo alto del barrio de Anafiotika, se ve el Templo de Zeus Olímpico, por lo que decidimos que sería nuestra próxima parada. Para llegar a él bajamos hasta el Areopagitou, que es paseo peatonal que rodea la Acrópolis , pero esta vez caminando en sentido contrario a la entrada . El Templo es también conocido como Olimpeion, su construcción pasó por varias etapas, fue iniciada por Pisístrato en el 550 a. C., con un templo de tamaño menor, sus hijos Hipias e Hiparco se plantearon construir el templo mayor, pero después de varias vicisitudes los trabajos no se concluyeron hasta la época del emperador Adriano, hacia el 130 d.C. El templo constaba de 104 columnas de mármol de casi 17 metros de altura con un peso total de 15.500 toneladas, en la actualidad se mantienen en pie 15 columnas y una más permanece intacta en el suelo.
A la salida del Templo de Zeus, se encuentra el Arco de Adriano, construída con mármol de Pentélico, simboliza la separación de la antigua ciudad, Teseo, del barrio nuevo romano que nació de manos del emperador. De nuevo, nos encontramos una obra arquitéctonia en medio del tráfico de coches ateniense.
Nos encaminamos después, en medio de la circulación de vehículos y rodeando el recinto del templo de Zeus para salir a la calle Arditou y continuar por Vassileos Konstandinou, hasta el Antiguo Estadio Olímpico, cada cuatro años en verano, se celebraban en la antigua Atenas, las Panateneas, que incluían campeonatos deportivos que se realizaban en el mismo lugar que ocupa hoy en dia el estadio. Los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna, verano de 1896, se celebraron en este estadio, albergando a 70.000 espectadores en 44 gradas. En el momento de la visita había un grupo de estudiantes franceses, por lo que tuvimos que esperar a que se fuesen para poder contemplar con tranquilidad esta hermosa obra arquitéctonica, cargada de simbolismo.
Nos acercamos posteriormente hasta el Barrio de Plaka, en la plaza de Kidathineon hay alegres tabernas con terrazas, en una de ellas decidimos dar buena cuenta de unas musakas, plato típico griego, acompañado de un buen vino griego.
Al atardecer, de camino al hotel pasamos por la plaza de Monastiraki. Siempre que paseábamos por la plaza nos llamaba la atención la antigua Mezquita del Bazar, la cual nos traía buenos recuerdos del viaje que hicimos en su día a la antigua Constantinopla, Estambul.
De noche, nos tomamos unos deliciosos cafés con filtro en una terraza de los numerosos cafés de la calle Andrianou, servidos con mucho gusto, pero vaya precios cada cafe 4 euros!! . Para compensar el clavo de los cafés pudimos tomarlos disfrutando de unas preciosas vistas de la Acrópolis iluminada de noche y éso es un lujo.
Café "tangada" con vistas a la Acrópolis |
La terraza estaba cerca del paseo peatonal Dionissiou Areopagitou, que bordea la Acrópolis y recorrimos casi todo el paseo contemplando las bellas vistas que se pueden observar desde el paseo del Partenón y demás edificios de la Acrópolis. De vuelta al hotel, tuvimos un problema en una de las calles que desembocan en Omonia, pero bueno eso es otra historia...
La Acrópolis iluminada de noche |
Victor ,tu relato como siempre muy bueno .Me ha hecho recordar mi viaje a Atenas pero he decirte que cuando yo estuve habia más gente por las calles.No sé que ha pasado pero se ve menos ambiente.Me imagino que se debe a la situación que están viviendo actualmente.Espero que las calles de Atenas vuelvan a ser lo que eran ,llenas de alegria,bullicio y gente.
ResponderEliminarEs verdad que la antigua mezquita del bazar recuerda a Estambul, otra de mis ciudades preferidas y que me trae buenos recuerdos,de hecho estoy pensando volver en breve ,con mi hija (tiene 15 años) y mi sobrina( 16)ya que cuando hicimos ese viaje ellas no nos acompañaron.La verdad,es que les encanta viajar y últimamente se apuntan a todos los destinos.
Bueno Victor, ya tengo ganas de seguir leyendo ,asi que en cuanto puedas ¡A escribir...!
Hola Pury !!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. En algunas calles de Atenas, se notaba un ambiente un poco raro, creo que debido a la crisis tan brutal que atraviesan, incluso mayor a la que se vive actualmente en España.
La mezquita del Bazar nos recordó mucho a Estambul, también es para mi una de mis ciudades preferidas.
Pury, un abrazo y estamos en contacto.
Vaya pateo que nos dimos en Atenas el primer día!! Es un lujo visitar una ciudad con tanta historia.Y también poder degustar alguno de sus platos típicos y disfrutar del ambiente de sus terrazas.
ResponderEliminarHasta la vuelta de tierras británicas!!
Un beso.
¡Anda! Si ya estais de vuelta...
ResponderEliminarQue recuerdos me ha traído este relato. Espero más a vuestra vuelta.
Un besete y pasadlo muy bien este finde.
Victor ,ALi y al resto de vuestros compañeros de viaje, os deseo que disfruteis a tope este fin de semana .Un abrazo
ResponderEliminarCasualmente acabo de descubrir tu blog y me encuentro como última entrada subida, esta crónica sobre Atenas, con las ganas que tengo de estar por allí, genial como lo relatas y las fotos :D
ResponderEliminarSaludos!!!! ;)
Hola !!
ResponderEliminarYa estamos de vuelta, después de haber pasado un fin de semana genial en compañía de grandes amigos viajeros.
Alicia,vaya pateos que nos dimos por Atenas, pero es como mejor se conoce una ciudad.
Helena, a la hora de hacer el planing tuve muy presente tu relato de cuando estuviste.
Pury, lo pasamos muy bien en el Reino Unido, fue corto, pero intenso el viaje.
José Carlos, bienvenido al blog, me alegro mucho que te haya gustado el relato, en breve la continuación.
Un abrazo para todos.
No paráis quietos! vaya sorpresa, tu relato me irá de maravilla porqué viajaremos a Grecia el próximo mes de junio.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola María Teresa !!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Me alegra que te sirva de ayuda el relato, en breve publicaré el segundo capítulo.
Si tienes cualquier duda a la hora de preparar el viaje de Atenas, ya sabes donde estoy.
Un abrazo.
Gran relato! Qué ganitas tengo de visitar Grecia... aunque ahora tal como está la cosa con las revueltas callejeras, no sé yo.
ResponderEliminarUn saludo.