Paseando por los Arribes II

23 mayo 2011

VISITANDO MIRANDA DO DOURO








   

Libros en mirandés

     A la mañana siguiente, la dedicamos a visitar Miranda do Douro, pequeña población, pero que posee el título de ciudad, está enclavada en la frontera con España, limítrofe con la provincia de Zamora y que pertence al distrito de Bragança. Nos llamó la atención que tuviese su propio dialecto, el mirandés, que pertenece al grupo de lenguas astur- leonés. Ha sido reconocida por ley, tiene su propia literatura y las placas de los diferentes edificios históricos o monumentos están rotulados en portugués y mirandés.






La Sé

     Empezamos la visita en la misma calle donde estábamos alojados en la rua do Mercado, es la calle comercial de la ciudad y en ella se concentran las tiendas del sector  textil, aunque también venden otros productos como café o licores, al ser domingo alguna de ellas estaba cerrada y se respiraba un ambiente de tranquilidad, diferente a lo que había sido el sábado, en que la calle estaba en completa ebullición, llena de gente cargada con las bolsas de sus compras. Cuando terminamos nuestra ruta de tiendas nos encaminamos al centro histórico de la ciudad, que se encuentra bastante cercano y empezamos la visita por  la Catedral, la Sé, para ello atravesamos la Rua Mouzinho de Alburquerque hasta llegar al Largo da Sé. Fue erigida en el siglo XVI  por los arquitectos Gonçalo de Tarralva y  Miguel de Arruda, su fachada es austera, de granito, flanqueda por dos torres cuadrangulares. Entramos en su interior que es de tres naves y transepto y en el que nos llamó la atención una curiosa vitrina que albergaba una pequeña talla del niño Jesús vestido con sombrero de copa, rodeada por una colección de trajes, obsequio de los habitantes de Miranda,  es  el Menino Jesus da Cartlolinha, según la leyenda en 1711 durante el asedio de los españoles a las tropas portugueas, un niño les animó, después de la victoria portuguesa, tallaron la imagen del niño en madera, ornamentada con una insignia en el pecho, una espada de plata en la cintura y el característico sombrero de copa en la cabeza. Se ha convertido en un símbolo de la ciudad.

El Menino Jesus da Cartolinha

    Desde el exterior de la Catedral, hay un mirador desde el cual se tienen unas bonitas vistas de los Arribes del Duero y que merece dedicarle un tiempo, para contemplarlas.

Vista de los Arribes desde el mirador de la Catedral

Vistas de la Catedral

    
 
      Adyacente a la Catedral en la Rua do Paço se encuentra las ruínas del Palacio Episcopal. Los primeros obispos tuvieron que residir en el castillo, así que en 1601 se empezó su construcción. Su opulencia no era inferior al de la Sé, al que imitaba su estilo renacentista. Constaba de un patio central rodeado de un claustro con arcada rebajada sobre columnas monolíticas. Los sucesivos incendios hicieron que la diócesis en 1780 se fuera para Bragança. Actualmente sólo quedan las ruinas.

Ruinas del Palacio Episcopal



     Visitamos después la Iglesia de la Misericordia, construída al lado de la Santa Casa de la Misericordia, ésta fue creada por el Obispo Rodrigo de Carvalho entre 1554 y 1559, mientras que la iglesia se erigió en 1589. La fachada neoclásica es del siglo XVIII, la entrada a la iglesia está franqueada por un arco de medio punto con dos columnas toscanas con capiteles dóricos. Su interior es bastante sencillo y no  le dedicamos mucho tiempo.


Iglesia de la Misericordia


 Largo D. Joao III con la casa del Museo Terra de Miranda

     La plaza principal de Miranda do Douro es el Largo D. Joao III donde se encuentran la escultura de la pareja de mirandeses y dos de los principales edificios de la ciudad, plaza que atravesaríamos en varias ocasiones en nuestra visita, porque todas las calles de la ciudad vienen a desembocar a esta plaza. Los edificios que destacan en la plaza son , la Casa que alberga el Museo de Terra de Miranda, en 1545 Miranda do Douro pasa de villa a ciudad episcopal, siendo esta casa la sede del primer Ayuntamiento. Sobre los dos arcos de bóveda de cañón del primitivo palacio del municipio se levanta en la segunda mitad del siglo XVII el cuerpo del moderno edificio apóyándose en la anterior estructura medieval a través de cinco columnas toscanas. La reforma fue dirigida por el Doctor Cardoso y Carvalho en 1689. Desde 1982 es la sede del museo.

En Largo D. Joao III

  

La Cámara Municipal y la escultura pareja de mirandeses

     En el otro extremo de la plaza se encuentra la Cámara Municipal, el Ayuntamiento, el actual edificio es de estilo neoclásico tardío, de finales del siglo XIX. De planta longitudinal y con un frente tripartido por pilastras. El cuerpo central termina en un frontón con las armas nacionales y de la ciudad, en el segundo piso se observan cinco balcones de hierro forjado. Fue levantado para instalar el Tribunal de la Comarca, pero al final terminó albergando el nuevo Ayuntamiento a mediados del siglo XX.

Vista de Largo D. Joao III desde rua da Costanilha


Antigua Hospedería de la Zambeira
    Saliendo del Largo D. Joao III entramos en la rua da Costanilha en la que se encuentran varios edificios medievales, así la Antigua Hospedería de la Zambeira, siglos XV y XVI, es un edificio de tres pisos, que refleja las disputas de la élite urbana por los espacios más próximos a la Plaza Central en el final de la Edad Media. Destaca el tercer piso con ventanas geminadas de doble arco con cuatro cachorros de Baco que anunciaban la mejor hospedería de la ciudad donde un vino caliente daba la bienvenida a los que llegaban a la capital diocesana.

Detalle de las ventanas geminadas y los cachorros de Baco



Casa de los Cachorros Zambargonhados

    En la misma rua se encuentra un curioso edificio la Casa de los Cachorros Zambargonhados, del siglo XVI erguido sobre la base de una construcción anterior. Lo que llama la atención son las esculturas que decoran el edificio, los cachorros eróticos que revelan los secretos de la cama medieval...la curiosidad hizo que nos dedicásemos a buscarlas y adivinar su significado.

Escultura erótica



Casa medieval

    Siguiendo la rua da Costanilha en el nº 10 nos encontramos con una muy cuidada Casa medieval, su fachada refleja la arquirtectura de la nueva ciudad episcopal. La decoración de los linteles recrea un arco conopial muy utilizado en las puertas del siglo XVI. En la fachada de granito destacan labrados la flor de lis, un corazón traspasado por una flecha, una mano con un indicador extendido, un pez, todos ellos son los símbolos de una familia la burguesía urbana, patriótica, unida, cristiana, fiel y que confía en el futuro. Alguno de los dibujos se encontraban bastante desgastados, por lo que según les diese o no la luz, dificultaba más o menos encontrar su silueta sobre la fachada de la casa.


Flor de Lis


    Al final de la rua llegamos a las antiguas Puertas de entrada de la ciudad, su origen es del siglo XIII. De las diez torres medievales del castillo sólo resistieron a la toma de la ciudad en 1762, las dos que defendían las puertas principales, las cuales estaban inicialmente abiertas en arco redondo, pero en la segunda mitad del siglo XVI por razones de seguridad pasaron con su nuevo arco a ser más estrechas. Salimos por la puerta para ver qué se divisaba al otro lado y tener una perspectiva de la ciudad extramuros.


Las antiguas puertas de entrada a la ciudad


    Regresamos después sobre nuestros pasos y continuamos la ruta nuevamente por la rua da Costanilha donde además de los edificios medievales, pudimos ver alguna tienda de productos típicos de la zona donde vendían vino, aceite, miel... Visitamos alguna de ellas en busca de algún recuerdo o producto típico que llevarnos de  esta visita.


Ali con los productos de la comarca


En la rua Mouzinho de Alburquerque

   Posteriormente, nos dirigimos a la calle principal la Rua Mouzinho de Alburquerque, calle que suele estar bastante animada, donde hay varios edificios nobles, tiendas y bares, alguno con mesa y sillas fuera para sentarse a tomar algo .  En los siglos XV al XVIII se llamó rua de la Alfandega, ya que en esta calle se encontraba la Antigua Casa de Aduanas, la Alfandega, la cual posteriormente fue puesto de guardia y actualmente es la Casa de Cultura Mirandesa.


La antigua Alfandega


    Completamos la visita acercándonos hasta las Murallas y las ruínas del Castillo, fue obra de D. Dinis a finales del siglo XIII, de forma rectangular, estaba reforzada en los ángulos con cuatro torres. Fue destruído por una explosión de pólvora en 1762 cuando la ciudad fue tomada por el ejército español de Carlos III durante la Guerra de los siete años. Ahora sólo quedan los restos y que tampoco merece la pena dedicarle tiempo.
Después de comer, nos despedimos de Miranda do Douro tras haber disfrutado de un buen fin de semana, en el que compartimos naturaleza y "piedras" con un buen pasado histórico, aderezado todo ello de una rica gastronomía.

Ruinas del Castillo

8 comentarios:

  1. Un fin de semana bien aprovechado.
    Que curioso me ha resultado lo del Menino Jesus.
    A ver ahora qué nuevas aventuras tenéis en mente...
    Un saludo

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  2. Hola Helena,

    Sí que es curiosa la talla del Niño Jesús, de hecho es uno de los símbolos de la ciudad.
    Si la nube volcánica no nos hace la puñeta, este jueves nos escapamos a Dublin.

    Saludos

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  3. Hola chicos!!

    Miranda do Douro es un lugar super especial. Me quedé enamorado de ese cañón, que recorrimos en barco. Aún recuerdo que nos comimos un hornazo (es típico de Zamora, pero está tan tan cerca que también lo vendían allí) que no fuimos capaces de terminar de lo grande que era.

    Si es que no paráis. Esperemos siga el ritmo este finde en Dublín, pero ya os estoy viendo cruzar los dedos para que las cenizas del volcán no os hagan la puñeta. Yo creo que no tendréis problema.

    Por cierto, voy a tener que acampar en Sol para pediros que os vengáis a Labastida el primer finde de junio. Sin vosotros sabéis que no es lo mismo...

    ¿Hay fumata blanca?

    Un abrazooo!

    Sele

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  4. Hola Sele !!

    Ya veo que conoces bien la zona, que has hecho el crucero por los Arribes e incluso has desgustado el hornazo, que está muy bueno, aunque es más típico de Zamora.

    Mañana nos vamos para Dublin, gracias a Dios parece que la nube vocánica no nos va a afectar y podremos hacer el viaje tranquilamente.

    Mañana te llamamos.

    Un abrazo.

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  5. Hola Víctor,
    Yo no esperaba tanto de Mirando do Douro. Tiene un casco antiguo bien conservado, excepto el castillo, jajaja y también mucha historia. Además, puedes realizar la visita siguiendo los carteles indicativos que hay colocados delante de cada edificio, si tienes un poco de idea de portugués. Lo peor fue terminar de comer y tener que irse rápido, pero había que volver... eso sí, me despedí con el buen sabor que me dejó el café que me tomé.
    Un beso

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  6. Hola Alicia,

    Sí que tiene historia Miranda do Douro, la pena es el castillo y el palacio episcopal que están prácticamente en ruinas.
    Fue una pena tener que irse después de lo bien que lo pasamos el fin de semana, pero es lo que hay...

    Un beso.

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  7. Si que tiene História!! Mucha história!
    Además puedes conocerla con un audioguia en Castellano.
    www.drtours.pt

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